viernes, 23 de mayo de 2008

PRINCIPIOS y PROPUESTAS.

Ante la situación de falta de credibilidad en la que van progresivamente cayendo los viejos partidos españoles y el sectarismo que practican y que padecemos todos (y lo que nos aburren), UNIÓN, PROGRESO y DEMOCRACIA se encuentra en la obligación de dignificar la política, aportando innovadoras propuestas e ideas, fomentando el debate público y obligando, de este modo, a que se posicionen las partes y se retraten públicamente.


Como ideas generales o líneas maestras o principios básicos, la búsqueda de la igualdad de derechos y obligaciones de todos los ciudadanos pertenecientes al Estado, frente a conceptos preconstitucionales y “derechos históricos” que atacan el principio de ciudadanía, así como la defensa del laicismo y el planteamiento de políticas progresistas.


Algunas de las propuestas que plantea UPyD pueden agruparse en diferentes bloques temáticos, del modo que a continuación señalo:

· Medidas de reforma de la Constitución Española que logren el cierre, por razones puramente prácticas, de la distribución de competencias entre el Estado y las Comunidades Autónomas. El continuo chantaje promovido por los partidos nacionalistas bloquea el progreso del país y enfrenta a los ciudadanos. La disolución del embaucador proyecto nacionalista debe lograrse con argumentos.
· Medidas de reforma de la Ley Electoral, para lograr una traducción de votos en escaños más justa. No se trata de quitar nada a nadie sino de que esta traducción sea lo más ajustada posible, independientemente de a qué partido perjudique o beneficie en cada momento histórico. Ya hemos presentado una propuesta en el Congreso de los Diputados.
· Medidas de regeneración democrática que sitúen a las diferentes lenguas oficiales del Estado como elementos cohesionadores de las personas que las utilizan, evitando medidas promotoras agresivas que fomenten su rechazo. Las lenguas son vehículos de comunicación al servicio de las personas. No se puede obviar al castellano como vehículo especialmente integrador de los ciudadanos del Estado, que nos permite mantenernos en pie de igualdad respecto a los restantes ciudadanos y nuestra participación política efectiva; las listas abiertas, cuya primera incidencia intuyo sería el acercamiento de los políticos al ciudadano, obligados a ser elegidos de entre los demás candidatos, y para ello necesariamente obligados a pisar calle y estar pendientes de los problemas cotidianos; el fomento de la autonomía de los parlamentarios, para que la sede parlamentaria no acoja obras de teatro con desenlace previsible sino verdaderos debates y deliberaciones que incluso fomenten la duda y la reflexión profunda; la limitación de los mandatos por ley; la democratización interna de los partidos; y la lucha contra la corrupción, entre otras.
· Medidas que traten de mejorar el nivel de educación de los ciudadanos, principio irrenunciable de un país moderno con sólidas bases para el futuro, para lo que UPyD propone la devolución al Estado de las competencias de Educación, la exclusión de la asignatura de Religión del horario escolar; el apoyo de una asignatura de Educación para la Ciudadanía consensuada, semejante a lo que existe en la mayoría de los países europeos, que fomente el espíritu crítico y el conocimiento de la base administrativa del Estado y logre vislumbrar la política como medicina de los problemas públicos que padecemos todos.
· Medidas antiterroristas que logren el acuerdo de los grandes partidos y el apoyo de la actual Ley de Partidos, evitando en todo caso considerar a bandas terroristas como interlocutores políticos.

1 comentario:

Triana dijo...

La entrada de Unión, Progreso y Democracia en el Congreso ha hecho que se abran algunas ventanas y que corra el aire; no hay más que recordar la legislatura pasada y los intentos de despojar al parlamento de una de sus funciones más importantes: el debate y posicionamiento público de los partidos para que los ciudadanos podamos juzgar con conocimiento de causa y sustituir esto por oscuros acuerdos tomados en las sedes de los partidos.