domingo, 25 de mayo de 2008

LA ADMINISTRACIÓN TERRITORIAL DEL ESTADO (II)

El federalismo puede ser considerado como un tipo de orden político inspirado por unos principios políticos que subrayan la primacía de la negociación y la coordinación entre diversos centros de decisión en el ejercicio del poder, acentuando el valor de la dispersión de los centros de poder como medio para salvaguardar las libertades individuales y locales. El federalismo puede considerarse una ideología que mantiene que la organización ideal de las aspiraciones humanas se refleja mejor en la celebración de la diversidad a través de la unidad.


El modo de gobierno federal fomentaría la democracia, al propiciar las posibilidades de participación ciudadana y la prevención de la tiranía o el abuso del poder mediante la división de poderes. Cada gobierno estaría en disposición de limitar los excesos de los demás. En el reverso, los representantes de los ciudadanos pueden quedar apartados del acceso a la adopción de decisiones y la rendición de cuentas se diluye, primando los intereses burocráticos de los gobiernos por encima de las necesidades ciudadanas. Otros problemas son el traspaso de la culpa entre los diferentes gobiernos, los sesgos localistas, la desigualdad de los ciudadanos o el surgimiento de una baronía regional. Asimismo, se ha criticado la sobre-representación de los Estados miembros pequeños en las segundas cámaras, que implicaría un atentado al principio democrático mayoritario y a la igualdad electoral. Históricamente, el federalismo, lejos de promover políticas públicas progresistas redistributivas, ha podido constituir un cierto obstáculo a la legislación social y a la capacidad de redistribución e innovación de los poderes públicos en la lucha contra crisis económicas. Hay quien considera el federalismo como el mejor medio de respetar a diferentes grupos o comunidades diversas y unirlas garantizando su supervivencia e integrándolas en un sistema común. El modo de gobierno federal sería capaz de equilibrar la preservación de la autonomía, la identidad y la influencia de grupos sociales territorialmente concentrados a la vez que los objetivos de integración común y comunidad política de todo el Estado. El modo federal representaría, para algunos, la respuesta más adecuada para las democracias plurinacionales y sus tendencias potencialmente disgregadoras. Otros argumentan que el gobierno federal sufre un dilema, ya que institucionaliza, perpetúa y refuerza las mismas fracturas o líneas de conflicto político para cuya resolución fue adoptado. Al procurar la seguridad de las minorías concentradas territorialmente, también proporciona la base institucional de un gobierno regional, que puede ser la plataforma para exigir más poderes y, a partir de ahí, potenciar un movimiento secesionista. Para sobrevivir necesita la voluntad de tolerar y celebrar tales identidades múltiples, lo que no suele suceder en el caso de nacionalismos regionales de tipo étnico. El gobierno federal ofrece un poder territorial a los grupos regionales que les puede impulsar a hacer de sus territorios lugares étnicamente homogéneos, riesgo que aconsejaría la protección de los derechos individuales de todas las minorías no concentradas territorialmente. Ciertos conflictos sólo pueden gestionarse mediante el desarrollo de cierta solidaridad colectiva interterritorial que haría que algunos estén dispuestos a ceder en algún momento sabiendo que en el futuro cederán otros. Por su parte, la asimetría de algunas federaciones puede hacer que los ciudadanos de algunas regiones puedan legítimamente considerarse discriminadas si las previsiones legales o económicas especiales para algunas comunidades conllevan consecuencias para el bienestar de otros ciudadanos. Además, el hecho de que una federación esté estructurada en función de diferentes grupos étnicos hace que muchos sectores de políticas estén casi en manos exclusivas de partidos regionalistas o nacionalistas que pueden permanentemente imponer su voluntad o sus intereses a otros grupos de esas regiones. Además de todas estas reflexiones teóricas, podrían exponerse otras tantas distintas con conclusiones también diversas.

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