viernes, 29 de junio de 2012

Ruin y colaborador de la izquierda abertzale.

Estos son dos de los apelativos que el señor Unzalu (PSE) y Mari Mar Blanco (PP) me endosaron durante el pleno celebrado ayer en el Parlamento Vasco. En esta ocasión, superaron los insultos habituales en ausencia de argumentos suficientes: ya saben, "demagogos", "ignorantes", "populistas" son ya gratos recuerdos de una época en la que se nos insultaba... pero se nos insultaba menos. Y todo por presentar una iniciativa clara como el agua que proponía instar al Gobierno de España a que condicione el disfrute de beneficios penitenciarios o el acceso a cualquier plan de reinserción por parte de los presos etarras a su colaboración con la Justicia. Pudo haber sido un paso adelante para lograr aclarar los 326 crímenes cometidos por ETA pendientes de resolución... pero PP y PSE rechazaron contundentemente la iniciativa de la mano de los nacionalistas. Su propuesta alternativa fue agradecer a los gobiernos los servicios prestados... y reclamar la reinserción para los presos etarras. Con su pan se lo coman.

Ya saben lo que dijo Valentín Lasarte en la Audiencia Nacional ocho días antes de entrevistarse con Consuelo Ordóñez: no recuerdo quién me acompañaba la tarde que asesiné al Policía Nieto. Muestra evidente de cómo los etarras encarcelados colaboran con la Justicia. Porque... ¿qué mejor muestra de que uno está arrepentido que colaborar con la Justicia para que los crímenes cometidos por sus compinches puedan ser aclarados? Para el señor Unzalu ésta es una pretensión ruin y para la señora Blanco... colaborar con Batasuna.

Unzalu me llamó "ruin" pero también me acusó de pretender "acabar con el Estado de Derecho" y de presentar una iniciativa "electoralista, interesada y peligrosa". Lo de "peligrosa" se lo pregunté: ¿a qué se refiere usted, exactamente?... pero evitó responderme. Mari Mar Blanco (PP) perdió los papeles y me atacó en lo personal, con insultos gratuitos y descalificaciones gruesas, mentiras incluidas: "usted me dijo que quería quedarse solo y rechazó llegar a una transaccional", dijo desde la tribuna, lo cual es falso de toda falsedad, una invención vergonzosa. Además, me acusó y acusó a UPyD nada menos que... ¡de colaborar con la Izquierda Abertzale!... y todo por pedir que se exija a los presos que colaboren con la Justicia. Casi es hasta comprensible, pues debe ser complicado defender justo lo contrario que lo que defendió durante años. Deben ser los cambalaches partidarios. O los nuevos tiempos de la paz y la normalización política consistentes en tragar con sapos y culebras, la generosidad con los presos etarras y el acercamiento al PNV. Ya saben: "centrarse"... que en Euskadi siempre significó "convertirse en nacionalista".

lunes, 11 de junio de 2012

Una alternativa constitucionalista

(artículo publicado el pasado día 10 de junio, en El Mundo)

Antonio Basagoiti, tras tres años mirando a las musarañas desde su escaño parlamentario, decidió hace un mes, y lo conocimos vía entrevista radiofónica, romper la relación que unía al Partido Popular con el Gobierno socialista de López. Independientemente de las formas, por lo demás muy habituales en el PP vasco, entremos al fondo del asunto y a lo que este pacto ha supuesto para los ciudadanos vascos.
UPyD apoyó inicialmente la candidatura del actual lehendakari, con la esperanza de que se abriera un nuevo período radicalmente distinto al que había protagonizado el PNV, y dispuestos, en uso de nuestra autonomía, a ser críticos y exigentes con cada decisión que tomara el Gobierno y dispuestos también a reconocer todas aquellas iniciativas y propuestas que considerásemos acertadas. Lo cierto es que enseguida pudimos comprobar que se trataba de un matrimonio que no tenía intención de acometer los cambios que el País Vasco necesitaba… cambios que, es obvio, a día de hoy siguen pendientes. Estéril es la definición que se me ocurre para definir este pacto de legislatura, este matrimonio corresponsable del fraude al constitucionalismo en régimen de gananciales. Estéril cuando no contraproducente, porque los resultados del acuerdo han supuesto una decepción inmensa para miles de ciudadanos… y ahora se trata de hacerles ver que lo que no se ha hecho no se hizo no porque no pudiera hacerse… sino porque el PSE y el PP no han querido llevarlo a cabo. Hay quien alza ahora la voz para recordar que durante tres años se evitó al menos que gobernara el PNV: sin embargo, no se trataba sólo de que no gobernara el nacionalismo sino sobre todo de que el constitucionalismo se hiciera visible.
Nunca dije, como dijeron otros, incluidos algunos dirigentes populares y socialistas, que el Partido Socialista y el PP fueran extraños compañeros de viaje. Nunca dije tal cosa porque la ocasión lo merecía: se trataba de acometer la defensa y la aplicación del constitucionalismo en Euskadi, con todas sus consecuencias, sin miedos ni complejos y dejando al margen intereses partidarios. Visto lo visto, es obvio que el fracaso alcanza límites que nunca quise imaginar... y eso que me lo avisaron. La defensa del constitucionalismo en Euskadi era (y, obviamente, sigue siendo) una tarea inmensa con tintes casi heroicos... aunque en el fondo se base en defender cosas sencillas: los derechos de ciudadanía y un País Vasco para todos.

Durante estos tres años no se ha defendido una alternativa reconocible y argumentada a las mentiras del nacionalismo vasco. No se han corregido las políticas lingüísticas discriminatorias aplicadas durante décadas. No se ha sostenido un argumentario contundente de defensa de las instituciones democráticas frente a las marcas proetarras y no se ha garantizado que la educación sirva para que surjan ciudadanos libres y diversos, en lugar de nacionalistas-tipo... del tipo que todos conocemos. Durante estos tres años no se ha desenmarañado el entramado de organismos públicos dependientes del Gobierno Vasco, ni se ha cambiado el continente y el contenido de la Televisión Pública Vasca. Tres años después, la EiTB sigue teniendo sedes en Pamplona y en Bayona, sin otro objetivo que informarnos de lo que allí ocurre aunque no ocurra nada... para trasladarnos finalmente la idea nacionalista por excelencia: que vascos, navarros y franceses del sur formamos parte de una misma comunidad política llamada Euskal Herria. Tres años después, juzguen ustedes mismos, los ciudadanos vascos seguimos financiando a las ikastolas francesas y sostenemos las "embajadas" del extranjero, tantas veces criticadas por la entente ahora rota. Hoy ya no hablamos del Plan Ibarretxe, es cierto, pero hablamos a diario de los presos de ETA y de las "víctimas policiales", y con mucha más asiduidad, por cierto, que de las necesidades de las víctimas del terrorismo. El actual Lehendakari, que ya no es Ibarretxe ni tiene el carnet del PNV, solicita mensualmente que se excarcele a Otegi y que se legalicen las marcas de la “izquierda abertzale” que siguen sin condenar el terrorismo y sin asumir la democracia. Además, la crisis económica sigue agravándose y el paro crece como la espuma. En fin, más allá de algunos aciertos menores, éste ha sido el desolador y deprimente resultado de este pacto entre el Partido Socialista y el Partido Popular del País Vasco.
Finalmente, el PP decidió dejar de apoyar al lehendakari López. Es revelador: nada de todo esto que yo he citado citó Basagoiti para argumentar y explicar la ruptura. Las razones se basan en que el lehendakari socialista osó criticar los recortes sociales del Gobierno de Rajoy. Pensándolo fríamente, al menos ha sido coherente, pues el PP no ha movido un solo dedo durante estos tres años para que fuera posible ofrecer a la ciudadanía vasca ni uno solo de estos objetivos. El PP pasó de estar de brazos cruzados a levantar la mano para pedir elecciones anticipadas, por simples intereses particulares y partidarios.
Para dar la puntilla a esta legislatura, surge con brío la entente conservadora conformada por el PP y el PNV: esta nueva relación evitará la tan necesaria modificación del entramado institucional vasco, hará imposible que tengamos la mejor Ley Municipal posible que sitúe a los municipios en el lugar que les corresponde y bloqueará los aspectos más progresistas de la recientemente presentada Ley de Vivienda. En fin, es lo que a día de hoy tenemos.

Hay quien ha escrito en prensa estos días que el constitucionalismo vasco ha fracasado en Euskadi. No es exactamente así. Lo que ha fracasado clamorosamente ha sido el pacto PSE-PP para defender el constitucionalismo en nuestra tierra. No sólo no lo han intentado, sino que ya no tienen remedio. Ambos son corresponsables de este fraude. Fíjense ustedes si tiene UPyD tarea por delante.

viernes, 1 de junio de 2012

"Vidas rotas" y Constitución Española.

La recién creada en el Parlamento Vasco "Ponencia para la Paz y la Convivencia" pide a las asociaciones y a los partidos políticos con representación en las instituciones aportaciones y sugerencias escritas. Ante este hecho, convendría recordar en primer lugar que a UPyD, en todas las semanas durante las cuales supuestamente los distintos partidos políticos negociaron el contenido de la ponencia parlamentaria, no se le dirigió ni una sola palabra por parte de ningún partido político para informar y mucho menos tratar de acordar la constitución de esta ponencia o para explicarnos su modo de funcionamiento, su contenido o sus participantes. Tampoco se nos pidió ningún tipo de aportación o comentario, ni se nos mostró el texto acordado hasta el momento justo en que se iniciaba el debate. Estos hechos demuestran la falsedad inmensa de los integrantes de la Ponencia cuando piden ahora a UPyD aportaciones o sugerencias escritas.


En todo caso, y a pesar de esta evidente falsedad de los integrantes de la Ponencia, UPyD quiere transmitir a los integrantes de este foro algunos comentarios y sugerencias y una recomendación final. En primer lugar, debemos decir muy claramente que esta Ponencia parlamentaria no tiene como objetivo ni la derrota incondicional y definitiva de la banda terrorista ETA ni la deslegitimación de la violencia. Quienes así se han expresado saben perfectamente que mienten. Además, sus impulsores, pretendiendo con ello engañar burdamente a la ciudadanía, llaman al foro “Ponencia para la paz y la convivencia”, lo cual no deja de ser una expresión evidente de cinismo político. En primer lugar, cabe recordar a los integrantes del foro parlamentario que no estamos en guerra. Y en segundo lugar, que la convivencia es el Estado de Derecho y el respeto a la legalidad vigente. En fin, cabe recordar a los integrantes del foro parlamentario que lo que sigue faltando en Euskadi es libertad plena, y no la hay porque sigue viva una banda terrorista denominada ETA y decenas de miles de ciudadanos que la aplauden o comprenden.

Es ciertamente curioso: todos ellos dicen que ETA ya ha acabado y, sin embargo, proponen iniciativas supuestamente tendentes a acabar con ella. O para garantizar la convivencia, cuando resulta que la convivencia es el respeto escrupuloso a la legalidad vigente y al Estado de Derecho, precisamente frente a los terroristas y acólitos. UPyD viene manteniendo un discurso diáfano y coherente en este asunto: dijimos que no apoyaríamos ni ponencias ni iniciativas que tuvieran como objetivo fundamental hablar de lo que interesa a Batasuna o resolver sus problemas. Es decir, asumir dócilmente su agenda y sus reivindicaciones históricas, justo lo que hacen PNV, PSE, PP, Ezker Anitza y parte de Aralar con su participación en esa Ponencia.

Repito lo que dije cuando debatimos este asunto en el pleno del Parlamento Vasco: no hay que inventarse nada extraordinario para defender la libertad de pensamiento en el País Vasco. Necesitamos compromiso democrático, aplicación del derecho, de la ley y del sentido común. No hay que proponer cosas extraordinarias. No hay que caminar por caminos que discurran fuera de la normalidad democrática. Y, desde luego, no debemos asumir como propia la agenda de la “Izquierda Abertzale”.


Esta Ponencia, por tanto, no tiene otra función que hablar de aquellos asuntos que interesan a Batasuna y acólitos: el acercamiento a Euskadi de los presos de ETA, la excarcelación de los presos enfermos y la flexibilización de la política penitenciaria que afecta a los presos de ETA, asuntos todos ellos competencia del Gobierno Central. Gracias a esta Ponencia y a sus integrantes, ya han comenzado a desfilar distintas personas que no tienen otro objetivo que vendernos la teoría nacionalista del conflicto político: ya la conocen, dos bandos enfrentados, a un lado, ETA, al otro lado, el Estado, y ambos impulsores de una violencia contra los ciudadanos. Obviamente, UPyD no quiere fomentar esa injuria y esa mentira, por lo que les dejamos solos en ese despropósito.

La derrota de ETA no la hemos logrado aún. En esto debemos concentrarnos: derrotar a ETA y lograr la libertad plena en el País Vasco. Nuestra tarea, más que liarnos en lo que sólo a ellos interesa, es exigir a ETA que se disuelva incondicionalmente y para siempre, que entregue las armas, que pida perdón, que reconozca el daño causado y que colabore con la Justicia para aclarar los más de 300 crímenes que siguen sin estar resueltos. Los partidos políticos democráticos deberíamos concentrarnos y centrarnos en defender un final de ETA sin medidas de gracia, sin impunidad, sin enjuagues antidemocráticos, sin chantajes, sin mentiras, con memoria y con verdad. Y con vencedores y vencidos.

En base a todos estos argumentos, hemos hecho entrega a los integrantes de la Ponencia del libro "Vidas rotas", monumental libro de Rogelio Alonso, Florencio Domínguez y Marcos García Rey, historia de los hombres, mujeres y niños víctimas de ETA. De este modo tendrán presente el drama provocado por la banda terrorista a lo largo de su historia. Por otro lado, les hemos entregado un ejemplar de la Constitución Española, garantía de nuestra conviviencia.