miércoles, 25 de enero de 2012

Palabras de Alfredo Tamayo (en recuerdo a Gregorio)

Amigos, amigas:

Un año más nos reunimos aquí, ante la tumba de Gregorio, esposo, hijo, padre, hermano, creyente convencido, político íntegro, concejal servidor de los ciudadanos. Nos reunimos en una coyuntura especial cuando la banda que acabó con su vida ha anunciado el final de su siembra siniestra del dolor y de la muerte, movida más por conveniencia que por imperativo de la conciencia.

Pienso que esta celebración de su memoria en este enero de 2012 acaece asimismo en una coyuntura muy delicada para la familia dolorida de padres, esposos, hijos, hermanos y deudos de las víctimas a quienes el fundamentalismo nacionalista privó del derecho a vivir.

Toda una auténtica ofensiva está en curso para trastocar la historia negra de ETA y sus secuaces presentándola como una guerrilla de liberación enfrentada a Estados opresores de la libertad de un pueblo y así convertir sus asesinatos en muertes legitimadas o en víctimas colaterales. Nos empujan en estos momentos a un tiempo inverosímil de mayor compasión con los verdugos en prisión que con sus víctimas, de atención y recuerdo de aquellos y de desmemoria de los que fueron asesinados.

Tenemos enfrente verdaderos expertos en borrar o difuminar la realidad de una historia criminal de casi cincuenta años de duración.

Expertos en violentar el significado auténtico de las palabras, como lo hiciera en otro tiempo el Ministerio de Propaganda del III Reich. Expertos en lavar el cerebro de niños y adolescentes en las escuelas y en las familias. Expertos en fomentar la amnesia de las víctimas del terror y en legitimar una dinámica de terror y de muerte. Expertos, en fin, en hacer conciliable lo que es inconciliable, en presentar como verdad y bien lo que es en sí mentira y maldad. El lenguaje melifluo de “paz”, “reconciliación”, “tiempo nuevo ilusionante”, que dimana de esta secta de embaucadores, cae como lluvia de otoño sobre los espíritus ingenuos y cómodos, como medicina anestesiante.

Esta ofensiva y guerra psicológica que intenta reescribir la historia se aprovecha del cansancio natural provocado en los ciudadanos por un estado de excepción que dura ya demasiado tiempo. Y tenemos enfrente a fanáticos inmunes al cansancio dispuestos a rentabilizar ese cansancio de los ciudadanos normales.

Luchar en contra de esa ofensiva de un lenguaje a todas luces falaz, luchar en contra del cansancio, es el imperativo de conciencia de esta hora difícil. En unos versos inspirados del poeta alemán Bertolt Brecht se dice:
“Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay hombres que luchan muchos años y son muy buenos. Pero los hay que luchan toda la vida: esos son los IMPRESCINDIBLES”.

Uno de estos imprescindibles era Gregorio. Descanse en la paz del Dios de los imprescindibles.

martes, 24 de enero de 2012

Supresión de las multas lingüísticas.

Empezaré recordando que el día 27 de mayo de 2010 (hace 20 meses) tuvimos que presentar una iniciativa urgente para pedir al Gobierno Vasco la supresión de las multas lingüísticas... porque el Gobierno no se había enterado de que ya estaban en vigor. A la vista de aquella propuesta nuestra, el Gobierno dictó un decreto para posponer (que no suprimir) la aplicación de las multas lingüísticas, con el argumento de que "la realidad sociolingüística no permite la imposición de sanciones". Un año después, el 3 de junio de 2011, y comprobado que el Gobierno continuaba mirando a las musarañas, UPyD presenta una nueva iniciativa para solicitar una solución definitiva y no meramente coyuntural al tema de las multas lingüísticas: porque no bastaba con posponer las multas sino que hacía falta derogar el Decreto de 2008 y modificar la ley para eliminarlas definitivamente. Y un día antes de que se debatiera en Pleno, esto es, el 15 de junio de 2011, el PSE, rueda de prensa y cobertura mediática mediante, procede a presentar la Proposición de Ley para modificar varios artículos de la Ley, lo que hoy hemos debatido en Comisión.


Conviene recordar que a día de hoy están en vigor todas las obligación lingüísticas recogidas en la ley y, por tanto, sus correspondientes sanciones, pues el régimen sancionador, por culpa de este perezoso Gobierno, está plenamente vigente. Así, podemos decir que la vagancia de este Gobierno hace que gran número de empresas estén ahora incurriendo en responsabilidades y posibles sanciones, pues el Ejecutivo López, ¡casi tres años después!, sigue sin derogar ni las obligacione lingüísticas ni las multas. Estos datos nos permiten decir que el Gobierno ha estado también en este asunto desaparecido o fuera de cobertura... y a remolque, por cierto, de las iniciativas impulsadas por UPyD en materia de libertad lingüística.


Centrándonos en la PDL que hoy hemos debatido, ésta no cuestiona la existencia de obligaciones lingüísticas a empresas privadas... sino que únicamente pretende suprimir las sanciones, lo cual está bien pero es insuficiente. Habría que eliminar no sólo las sanciones sino también las obligaciones lingüísticas recogidas en la ley.


Por otro lado, es llamativo que el fundamento de esta PDL sea distinto al fundamento del Decreto de 2010 que pospuso un año las sanciones. En aquel decreto se justificaba la moratoria en la aplicación de las sanciones en la "realidad sociolingüística" del País Vasco; sin embargo, esta PDL de hoy la justifica el Grupo Socialista en que las multas podrían ser contraproducentes y provocar rechazo hacia el euskera (¿y si no fueran contraproducentes?). Como digo, lo correcto no es eliminar sólo las multas lingüísticas sino eliminar tanto las multas lingüísticas como las obligaciones lingüísticas. Lo coherente sería derogar el Decreto 123/2008.


UPyD parte de dos premisas: por un lado, nos oponemos a la existencia de las obligaciones lingüísticas (no existe el derecho a que un comercio responda al consumidor en euskera), no sólo a sus sanciones; por otro lado; las obligaciones lingüísticas de las entidades públicas pueden estar justificadas, no así las de las empresas privadas. Obligar a empresas privadas y comerciantes a utilizar el euskera en el desarrollo de su actividad económica supone una injerencia del Estado en el ámbito privado de las personas contrario al principio de libertad de empresa. Es un despropósito absoluto tratar de imponer el euskera a golpe de medidas coercitivas, excesos, multas, sanciones, presiones e imposiciones. Y supone una vulneración de los derechos ciudadanos.


Para terminar, mostramos nuestra satisfacción por la próxima eliminación de las multas lingüísticas pero denunciamos el retraso (¡3 años le va a costar a este gobierno eliminarlas!). Por lo demás, insistimos en que las obligaciones lingüísticas como tales siguen vigentes y no se eliminan porque este gobierno tiene muchos miedos y todos los complejos.

lunes, 16 de enero de 2012

Cerrar las "embajadas" vascas.

Hoy mismo hemos registrado y presentado en rueda de prensa una iniciativa parlamentaria para instar al Gobierno Vasco a proceder al cierre progresivo de las delegaciones que Euskadi mantiene fuera de su territorio, ya que la representación política exterior de nuestra Comunidad Autónoma ya está cubiera por las embajadas de España y porque de la expansión e internacionalización de las empresas vascas ya se encarga la red de oficinas y consultores de la SPRI. Y porque no es razonable ni asumible en ningún caso que se impulsen recortes sociales como la congelación del sueldo de los funcionarios o las ayudas sociales y, mientras tanto, por miedo o por despiste, mantengamos un gasto anual de más de tres millones de euros para algo absolutamente innecesario. Y porque es incluso bueno para la salud que no nos pleguemos tan facilmente al ideario nacionalista, favorable a considerar Euskadi como un Estado independiente, necesitado por tanto de embajadas y sedes diplomáticas incluso en Madrid. Porque la situación económica actual resulta incompatible con florituras costosas y absolutamente superfluas.


El estado actual de las cosas nos exige a los representantes de los ciudadanos rigor, coherencia y control de los dineros públicos. Nos exige reducir gasto innecesario y suprimir todo lo superfluo, ser eficientes, eficaces y austeros. No es viable mantener agencias de meteorología en cada Comunidad Autónoma ni organismos estadísticos que duplican datos e informes. No es viable tener un aeropuerto en cada capital de provincia, ni un Palacio de Congresos ni fantasmagóricas obras mastodónticas que sólo sirvieron para el encumbramiento (y encubrimiento posterior) del político local de turno. Y tampoco es viable la actual red de delegaciones vascas en el extranjero.


La SPRI ya dispone de oficinas permanentes en 13 país y una amplia red de consultores locales especializados en otros 46 países. Esta Sociedad para la Transformación Competitiva ya realiza la labor de expansión e internacionalización de las empresas vascas. Las embajadas las heredamos de Ibarretxe y sus obsesiones independentistas y, puesto que este Gobierno socialista apoyado por el PP de Basagoiti sigue de brazos cruzados, es nuestra obligación insistir también en esta materia. Además, recientemente, el actual ministro de Asuntos Exteriores del Gabinete del silencioso Mariano Rajoy, José Manuel García-Margallo, ofreció a las comunidades autónomas las instalaciones de las sedes diplomáticas del Estado para reducir costes de intendencia.


Perfecto. Es buen momento para volver a instar al Gobierno Vasco a proceder, durante 2012, al cierre definitivo de las delegaciones de Euskadi en Madrid y en el extranjero, ya que la representación exterior del País Vasco ya está cubierta por las embajadas de España y porque de la expansión e internacionalización de las empresas vascas se ocupa la red de oficinas y consultores de la SPRI. Ya les adelanto que el Parlamento Vasco rechazará tal petición... con el voto del Partido Socialista.

miércoles, 11 de enero de 2012

Modernizar el entramado institucional vasco.

El estudio que debatimos estos días en la llamada Comisión de Duplicidades del Parlamento Vasco (estudio elaborado por el Gobierno Vasco a partir de una moción de UPyD para proponer la modificación de la Ley de Territorios Históricos) viene a decir lo que ya sabíamos (aunque el gobierno disimule o se haga el loco): es urgente modificar el disparatado entramado institucional vasco, modificar la ley de territorios históricos y aprobar la ley municipal para alcanzar una nueva distribución competencial, eliminar duplicidades, ineficiencas, gasto superfluo y desigualdad y, en definitiva, para servir mejor a los ciudadanos vascos.


El estudio viene a decir lo que UPyD viene diciendo durante todos estos años: es absurdo que una Comunidad Autónoma como la vasca tenga cuatro parlamentos, tres haciendas forales y tres políticas fiscales distintas (mientras en Europa se defiende una política fiscal común). Es un absurdo que los ciudadanos vascos paguen distintos tributos en función del territorio histórico donde residan. Es un disparate que tengamos todo por triplicado, con el dispendio que eso supone. UPyD insiste, por tanto, y ya desde el primer día en que esta Comisión se ha reunido, en que, escuchadas las dos primeras comparecencias (Gobierno y consejero Aguirre), se ha evidenciado la necesidad de reformar este entramado y se ha evidenciado también las contradicciones de este Gobierno: por un lado el consejero dice que hay que reformar la LTH y, por otro, el grupo parlamentario socialista vota en contra de reformar la LTH.


Vuelven a demostrarse, oh sorpresa, los complejos y las inseguridades y las incoherencias y los miedos de este gobierno. Dónde está el Proyecto de Ley para reformar la Ley de Territorios Históricos. Dónde está la Ley Municipal. La comisión no basta: hay que tomar las decisiones que Euskadi necesita y dejarnos de ponencias que posponen las correctas soluciones: cada administración debe ejercer sus competencias y sólo sus competencias, hay que suprimir administraciones (diputaciones forales) y hay que llevar a cabo una nueva distribución competencial. Y, para todo ello, hay que modificar la LTH y el Estatuto de Gernika. Seguiremos insistiendo en todas estas reivindicaciones para servir mejor a los ciudadanos y superar el foralismo de PP y PNV y la inacción política del Gobierno Vasco que, en lugar de actuar, mira a las musarañas y se mantiene de brazos cruzados.

miércoles, 4 de enero de 2012

Toda una colección de mentiras.

Leo asombrado el artículo de opinión de José Antonio Pastor (PSE) publicado el pasado día 3 de enero en El País, bajo el engañoso título "Dignificar la política": digo engañoso porque se trata en realidad de una pavorosa colección de mentiras y cuentos parlamentarios inventados o soñados. Si dignificar la política era esto, más vale que los que creemos realmente en la acción política y el compromiso público salgamos corriendo del "negocio"... y dejemos a los profesionales de la manipulación y la mentira al frente de las decisiones que afectan al conjunto de los ciudadanos. Aunque sería sin duda un drama social, al menos no nos ensuciaríamos las manos ni nos veríamos relacionados con todo aquello que nos repugna.


Necesitaría al menos media página como la concedida al portavoz del Grupo Parlamentario Socialista para desmontar cada una de sus frases. Como no tengo ese privilegio, iré al grano del asunto: que durante estos tres años de asustadiza legislatura socialista se hayan "asentado las bases de ese país solidario, sostenible y competitivo" no deja de ser un insulto a la inteligencia y una afirmación cínica, pues tal cosa se afirma en medio de un proceso de recortes socialistas y populares, todos sociales, con una tasa creciente de paro al fondo y una cada vez mayor diferencia entre los que más tienen y los que no tienen nada. Dirá que todo es opinable, y yo le respondo que a los hechos me remito. Dése una vuelta usted por las calles de Euskadi... o mire las cifras del desempleo.


El señor Pastor, que algo ha debido oirnos acerca de la expresión upeydiana "regeneración democrática", une tal concepto a la "reflexión parlamentaria sobre nuestro entramado institucional". Más allá de confirmar que confunde los términos, habría que recordar además que dicha comisión parlamentaria se habilitó precisamente para no modificar nuestro entramado institucional, para no tocar la sacrosanta Ley de Territorios Históricos y para no incomodar a los foralistas recalcitrantes (PNV y PP, las derechas vasca y española, ya saben): se aprobó esa comisión para no aprobar lo que UPyD propuso: la inclusión de la Ley de Territorios Históricos en el calendario legislativo del Gobierno Vasco. Los socialistas se opusieron, "porque no se trata de empezar la casa por el tejado". Y se habilitó esa comisión para posponer el debate necesario, para no hacer nada y para dejar este asunto en el baúl de los recuerdos, como han hecho con todos los temas realmente importantes (por eso este gobierno es un fraude). Ahora, vía propaganda, quieren hacer creer a la ciudadanía que ellos impulsan aquello que bloquearon, que defienden lo que rechazaron con sus votos y que harán todo aquello que sus actos niegan. Por todo esto les contesto indignado.


Señor Pastor: hay que tener mucho rostro para escribir que el Grupo Socialista ha tomado el testigo "de eliminar espacios oscuros y privilegios de políticos". En primer lugar, porque espacios oscuros sigue habiendo los mismos que hace tres años: el sector público vasco, esa maraña de entes y fundaciones al servicio de los grandes partidos, sigue siendo el gran desconocido de la sociedad vasca. Y responsable es el Gobierno opaco de López: no sólo no da toda la información que pedimos sobre la materia sino que no dice toda la verdad en sede parlamentaria. Y segundo, porque la iniciativa que usted cita de suprimir los complementos de pensiones para exconsejeros y exviceconsejeros no fue socialista, como pretende hacernos creer, sino de Aralar y UPyD. Y los socialistas no sólo no la impulsaron sino que nunca creyeron a ella: lo último que sabemos es que, de la mano del PNV, han pactado mantener esos privilegios a los ex que tengan 60 ó más años (y más lejos que gustosamente habrían ido, para premiar y proteger más y mejor a más de los suyos).


Habla el señor Pastor en este memorable artículo (ya digo, toda esa colección de falsedades que no logro quitarme de la cabeza) de la necesidad de que los parlamentarios vascos hagamos pública nuestra declaración de bienes. Empezaré por recordarle que fue un servidor el primero que la hizo. Pero, mucho más importante que recordar quién fue el primero, es desenmascarar al que públicamente miente: el portavoz socialista dice que ellos propusieron que "se regulara legalmente la obligación de hacer pública la declaración de bienes por parte de los parlamentarios" y que "el resto de grupos de esta Cámara no respaldaron nuestra propuesta". Esto es una patraña. No sólo no se opuso nadie sino que nadie pudo oponerse porque no hubo propuesta. Hubo, eso sí, una rueda de prensa socialista para anunciar, a bombo y platillo, que ellos los parlamentarios socialistas harían esa declaración de bienes (por cierto, ¿ya la han hecho todos?; y, otra cosa, ¿es éste un tema fundamental hoy para Euskadi?).


En fin. El artículo del portavoz socialista, "Dignificar la política", publicado el día 3 de enero en El País, viene a evidenciar la vacuidad de este gobierno: como no tiene ningún bagaje que ofrecer a la sociedad vasca, se inventa historias, iniciativas y supuestos logros alcanzados. Como hacen las personas inseguras y sin personalidad. Es triste, porque Euskadi necesita un Gobierno convencido y convincente, un Gobierno que lidere esta sociedad en un momento de crisis económica y paro creciente; un Gobierno que no mire obsesivamente atrás sino adelante y que actúe sin complejos ni miedos; un Gobierno que no reparta culpas sino que asuma su responsabilidad; un Gobierno que, en lugar de recortes sociales, ofrezca reformas para modernizar Euskadi y servir mejor y de manera más igualitaria a cada uno de los ciudadanos; un Gobierno en el que confiar y que diga la verdad; un Gobierno que los vascos, desgraciadamente, no tenemos.