miércoles, 27 de octubre de 2010

"Defiendan eso en Madrid, no aquí".

El pasado jueves, en sede parlamentaria, discutimos una moción del Partido Popular ciertamente elocuente. Venía a decir respecto a la transferencia de las políticas activas de empleo, lo siguiente: apliquemos el método del Concierto Económico a esta transferencia. Si, como consecuencia de ello, recibimos más de lo que nos corresponde, bien, mutis por el foro, viva el fuero; si recibimos menos, que el Lehendakari renegocie. Más allá de que, como ya escribí aquí mismo hace unos días, aplicar el método del Concierto Económico a esta transferencia es un escandaloso medio para meter la mano en el cajón de los restantes ciudadanos españoles, lo que debe ser contado vino después. Porque cuando un servidor defendió en la tribuna que se nos entreguen los fondos que nos corresponden, es decir, no el 6,24% del presupuesto nacional para políticas activas para atender al 2,36% de los parados españoles (que son los vascos) sino estrictamente lo nuestro; no el 6,24% de las bonificaciones habidas en todo España sino exclusivamente las que efectivamente se hayan aplicado en Euskadi... se me invitó a defender estas cosas... en Madrid.


La representante de Aralar me acusó de defender postulados que van contra la sociedad a la que represento (a los privilegios económicos de los que disfrutamos, se refería). El representante del PNV, de faltar al respeto de la Cámara, por defender cosas que nadie defiende... y por ser una minoría... muy minoritaria (1 frente a 74). El socialista, noble y sincero él, nos contó lo que ya sabemos: "hasta ahora los vascos hemos comido jamón, y jamón del bueno". Y lo más de lo más: el representante del Partido Popular me invitó a defender estas cosas... en Madrid. Nombrando a la capital del reino quería referise a España, término en desuso que debe ser sustituido por ese término recurrido habitualmente por los nacionalistas: Madrid. Así que, si históricamente han sido los nacionalistas vascos quienes invitaban a nuestros representantes constitucionalistas (qué será de ellos) a defender sus ideas "españolistas" en Madrid... ahora es el mismo PP quien nos invita a nosotros a marcharnos de Euskadi. Pero no hace falta, señor Damborenea. La capital del reino ya tiene dos magníficos candidatos, David y Luis, y yo no tengo hueco. Pero no se preocupe: serán ellos los que defiendan, también allí, las mismas ideas que UPyD, a mucha honra, defiende en el Parlamento Vasco.

martes, 19 de octubre de 2010

Una apropiación indebida.

El Grupo Popular nos propone que este jueves instemos al Gobierno Vasco a que la transferencia de políticas activas de empleo se haga efectiva antes del 1 de enero de 2011, sin romper la caja única de la Seguridad Social y sin perjudicar los recursos de la Administración Institucional Vasca. Es decir, sin romper la caja única de la Seguridad Social… y en unos términos que a los vascos nos suponga recibir tanto dinero como realmente nos corresponda… o más. Nosotros, como somos un partido progresista que defiende la igualdad y se posiciona en contra de los privilegios, proponemos que esta transferencia no rompa la caja única de la Seguridad Social... y se haga de tal modo que no suponga una desigualdad flagrante entre ciudadanos. Es decir, de modo que recibamos ni más ni menos que lo que nos corresponde. Y, como perfectamente sabemos, para que se realice de esta manera, para que se realice de manera igualitaria, para que recibamos justamente lo que nos corresponde, esta transferencia debe realizarse sin aplicar el método del Concierto Económico. Dicho de otro modo: no deben aplicarse criterios territoriales… sino personales.
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De este modo, recibiríamos los fondos para realizar políticas activas de empleo en función de los parados que haya en Euskadi. Y recibiríamos la cuantía exacta de las bonificaciones que apliquemos. Es decir, no el 6,24% del presupuesto para políticas activas aunque sólo tengamos el 3,10% de los parados, sino el 3,10% del presupuesto, en ese caso. Y no el 6,24% de las bonificaciones… sino exactamente la cuantía total real de las bonificaciones. Bastante lógico, aunque seamos los únicos que lo defendamos (1 frente a 74 en el Parlamento Vasco, nuevamente). Porque no queremos un sistema de riesgos, como dicen ahora socialistas y populares que es el Concierto Económico (¿cuándo demonios hemos perdido los vascos con este invento?), sino un sistema justo. No queremos un sistema basado en derechos históricos, sino un sistema que garantice la igualdad entre ciudadanos de un mismo Estado. No queremos ni fuero ni huevo, sino poder conformar un sistema que tenga como objetivo supremo la garantía de la igualdad y la solidaridad entre ciudadanos de un mismo Estado.
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Aplicar el sistema del Concierto Económico a esta cuestión es un escándalo. Y convertir esta transferencia en un mercado persa o una subasta, como se ha hecho, es un ejercicio vergonzoso de mercadeo político en el que UPyD no va a entrar. Y que vamos a denunciar (1 frente a 74 en el Parlamento Vasco, 1 frente a 349 en el Congreso de los Diputados). Porque la política debe basarse en algo más que en tratar de sablear lo máximo posible al poder central (¡a los restantes ciudadanos!).
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Tal como se ha acordado, esta transferencia no es otra cosa que una apropiación indebida, una burda manera de conseguir dinero de los restantes ciudadanos españoles. Que esto lo planteen los nacionalistas vascos es obvio y un escándalo. Que lo planteen quienes dicen no serlo (populares y socialistas vascos), un escándalo… aún mayor.
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Nos parece además impresentable presentar el Cupo como una especie de sorteo, en el que a veces se pierde y a veces se gana, pero peor es presentarlo como lo hace el PP, al decir: si el resultado del Cupo es beneficioso para el País Vasco, bienvenida sea la dádiva, y si el Cupo no alcanza... hay que pedir más. A uno se le antoja que recibir y no aportar no puede ser el máximo de la bondad, tal como ha escrito recientemente Joseba Arregi. Las políticas públicas deben tener otras aspiraciones y moverse con otros objetivos.
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Lamentablemente, la decisión está tomada, y la transferencia de las políticas activas ha acabado siendo un fraude al sistema, una apropiación indebida y un mercadeo político.

miércoles, 13 de octubre de 2010

En nombre de la decencia.

Leo con sorpresa el excelente artículo de opinión de la socióloga María Teresa Fernández García, “Privilegios, mayorías y minorías", publicado en El País el pasado día 12 de octubre. Y digo “con sorpresa” porque la autora se pregunta en alto si “habrá entre nosotros algún Atticus Finch que ponga el dedo en la llaga, un tanto purulenta, de un hecho como el que la financiación de las Administraciones públicas vascas a través del Cupo constituye un privilegio, es decir, una injusticia para con el resto de españoles, de la que todos los vascos somos beneficiarios”. Y sorprende porque es perfectamente conocido, o debería serlo, que UPyD lleva poniendo el dedo en esa purulenta llaga desde su fundación en 2007, tanto en Euskadi como en el resto de España… razón por la cual venimos recibiendo no pocos palos. Sorprende que la autora se pregunte si “no hay nadie dispuesto a salirse del rebaño y pasar por tonto en nombre de la decencia”, porque esa pregunta ya tiene respuesta. Es extraño que haya quien públicamente se pregunte estas cosas cuando es conocido que nos hemos quedado solos siempre que se ha tratado el asunto. Sobra decir que en Euskadi, por esto, se nos acusa de anti-vascos… aunque esto es lo de menos. Por tanto, señora Fernández, tiene usted toda la razón del mundo: lo importante, en este asunto, es que lo digamos los propios vascos y lo hagamos en Euskadi. Y algunos vascos ya lo decimos… en nombre de la decencia.

lunes, 4 de octubre de 2010

¿Cambio político en Euskadi? Un ejemplo práctico.

El pasado día 6 de noviembre de 2009 registramos en el Parlamento Vasco una iniciativa para la reforma urgente de todas las Relaciones de Puestos de Trabajo de la Administración Pública Vasca, de modo que los perfiles lingüísticos asignados a cada puesto de trabajo se adecúen a las necesidades y exigencias de la prestación del servicio, desterrando exigencias lingüísticas innecesarias impuestas por los anteriores gobiernos nacionalistas. Se trataba de solicitar al Gobierno Vasco un análisis y, en su caso, una reforma de las RPT para que el euskera sea exigido cuando sea necesario, pero no cuando para la realización del trabajo el conocimiento del euskera sea objetivamente un exceso.
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El día 11 de febrero tuve ocasión de defender la iniciativa en pleno. El objetivo de la propuesta podía entenderse como razonable y coherente con nuestra línea ideológica. Además, su aprobación podría suponer un enorme alivio para muchos miles de ciudadanos vascos agobiados, presionados y cabreados por la presión lingüística sufrida durante tantos años. Y coherente con las promesas de populares y socialistas vascos e incluso con su pacto político para traer el cambio (a mejor) a Euskadi. Sin embargo, ambos dos pactaron una enmienda transaccional a nuestra propuesta enormemente decepcionante: se proponían "analizar la idoneidad de los perfiles lingüísticos asignados a los puestos de trabajo de las RPT de la Administración Pública Vasca, en función de las necesidades del servicio, de la demanda en cada zona y de la necesidad de garantizar el derecho a relacionarse con las administraciones públicas en cualquiera de las dos lenguas oficiales de la CAV". Desde un principio se nos antojó rematadamente insuficiente, sobre todo a quien sabe que fue imposible convencer a unos y a otros de la necesidad de añadir, tras "analizar...", la exigencia de "revisar, en su caso..." que nosotros propusimos. Al día siguiente, todo el que leyó la prensa aquel viernes concluyó que el paso dado por populares y socialistas había sido de gigante para asegurar la libertad lingüística en Euskadi y el abandono de las políticas nacionalistas de imposición del euskera que duraban ya (y duran) 30 años.
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Nosotros clamamos en el desierto. Explicamos que se negaron a incluir la exigencia de revisar o reformar los perfiles lingüísticas que el estudio considerase innecesarios. Se conformaban con hacer el paripé del cambio... sin firmarlo. Se conformaban con realizar un análisis... pero se negaron radicalmente a aceptar ninguna revisión o reforma que ese mismo análisis aconsejara.
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Recientemente, en nuestro obligado ejercicio de controlar al Gobierno, preguntamos a la consejera de Cultura acerca del estudio que debía realizar el Gobierno por mandato del Parlamento. Respuesta: el análisis de idoneidad de los perfiles lingüísticos asignados a los puestos de trabajo de la Administración Pública Vasca se realizará a lo largo del año 2011 en el marco de los trabajos que desarrollará... el Consejo Asesor del Euskera.
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Es decir, una iniciativa presentada por un grupo de un solo parlamentario tendente al cambio real de la política lingüística padecida en Euskadi durante treinta años... es devaluada por quienes dicen son los protagonistas del cambio. En lugar de revisar y reformar, en su caso, basta analizar los perfiles lingüísticos. ¿Y quién realiza el análisis para comprobar si el euskera exigido en la Administración Pública Vasca se adecúa a las necesidades reales del puesto de trabajo? El Consejo Asesor del Euskera. ¿Y cuándo? En 2011. ¿Y las posibles reformas necesarias? Nunca.