domingo, 6 de abril de 2008

EL TRIUNFO SOCIALISTA EN CATALUÑA Y PAÍS VASCO.

Éste es el título del artículo de Andrés Blas de Guerrero, publicado el pasado día 18 de Marzo en el diario el PAÍS, citado por un servidor el día pasado. En él, el catedrático de Ciencia Política y habitual analista del estado del país, explica las razones que pudieron llevar al clarísimo triunfo de los socialistas en ambas Comunidades... y a él mismo a revisar el juicio crítico que le venían mereciendo las estrategias seguidas por la dirección tanto del PSC como del PSE. Digamos, pues, que, vistos los resultados y comprobados los apoyos recibidos a dichas estrategias, éstas no eran tan malas como en un principio consideró.

Destaca Blas de Guerrero las dos interpretaciones que se han hecho en torno al asunto: según la primera de ellas, en la que no cree, el triunfo socialista habría obedecido a una opción racional de los votantes nacionalistas de ambas comunidades que habrían indentificado al partido de Zapatero como el que mejor pudiera favorecer los intereses de los nacionalismos catalán y vasco. Identificación basada, principalmente, en la actitud del Gobierno ante la aprobación del Estatut y el proceso de negociación con ETA. El PP no podría ser rival dada su actitud de claro enfrentamiento con los nacionalismos periféricos. Según la segunda de las interpretaciones, desechada la primera por el autor, los socialistas habrían recogido el voto de amplios sectores de las sociedades vasca y catalana, temerosos de la radical deriva visible en el plan Ibarretxe y en los proyectos de futuro de ERC. Es decir, miles de votantes habitualmente nacionalistas habrían desviado su voto hacia los socialistas, en busca de actitudes ponderadas, progresivamente abandonadas por el PNV, EA o ERC.



¿Quiénes han votado a los socialistas en ambas Comunidades? ¿Qué han visto en estas formaciones los miles de ciudadanos hasta ahora votantes nacionalistas? ¿Habrían logrado los mismos votos con un discurso españolista y más marcadamente antinacionalista? ¿Entra la cuestión nacional-regional en una nueva fase en que el descenso nacionalista hace ver las cosas con renovado optimismo? ¿O, más bien, ya han sido ambas sucursales socialistas fagocitadas por la creciente "regionalitis" que afecta al país?


Ciertamente es complicado saberlo pero saber, sabemos algunas cosas: En Euskadi, una vez desechado como fracaso la defenestrada alternativa redondista de 2001, los estrategas vascos modificaron la estrategia, el lenguaje y sus objetivos políticos. Para ganar al PNV, había que quitarles los habitualmente votantes nacionalistas más autonomistas, menos soberanistas e independentistas. Se apostó públicamente por el "vasquismo" y el diálogo, se dejó la vía abierta para una posible modificación del Estatuto de Gernika y se aludió expresamente al ámbito vasco de decisión. Siete años después, el PSE ha logrado vencer a los nacionalistas vascos. ¿Ha vencido el constitucionalismo al nacionalismo? No lo parece.


1 comentario:

Triana dijo...

Creo que Blas de Guerrero ha abandonado muy alegremente, al menos en el caso vasco, la posibilidad de que muchos nacionalistas hayan votado al partido socialista en el País Vasco porque saben perfectamente que Zapatero sirve mucho mejor a los intereses nacionalistas que Rajoy, en este sentido, no se me quita de la cabeza la imagen de los dirigentes del PNV que, tras una pobre campaña electoral (por no decir inexistente), unos días antes de las elecciones fueron a Madrid para dar la enhorabuena a Zapatero (seguro que llevaban una buena factura debajo del brazo).
Esto no quita, naturalmente, para que otros muchos antiguos votantes del PNV, los menos radicales, hayan optado por votar al PSE, que ha dado un giro pronacionalista importante hablando, como dices, de ámbito de decisión vasco y proponiendo el plan lopez para frenar el plan ibarretxe, con muchas similitudes entre ambos aunque, hasta sólo unos meses antes, Ramón Jáuregui aseguraba que no cabía ninguna ampliación del Estatuto de Guernika porque el P.Vasco con su Estatuto y el Concierto Económico era la región con independencia dentro de otro Estado.
Por ello, en mi opinión, el constitucionalismo no sólo no ha vencido al nacionalismo, sino que está en una posición peor porque ha perdido un pilar muy importante como eran los socialistas. De todas formas hay que alegrarse del bajón que ha dado el PNV.