Vamos a votar finalmente sí a estos presupuestos. Unos presupuestos que no son los nuestros pero que sí son los de un gobierno presidido por un lehendakari al que nosotros apoyamos no hace ni siete meses. Unos presupuestos que UNIÓN PROGRESO y DEMOCRACIA ha tratado de mejorar vía enmiendas parciales. Unas enmiendas parciales planteadas en positivo, constructivas y, en nuestra opinión, muy necesarias para la ciudadanía vasca, especialmente en la actual situación de crisis económica, y que recogían:
• inversiones en investigación sanitaria.
• dinero para la Formación Profesional y la creación de titulaciones con futuro.
• impulso de la vivienda pública en alquiler.
• fondos para extender el programa de préstamos de libros a toda la enseñanza obligatoria.
• una partida para realizar un estudio para racionalizar el entramado institucional y empresarial público vasco.
• dinero para la mejora de barrios depauperados.
• inversiones en la Sanidad Pública.
• apuesta decidida por la Educación Pública.
• apoyo a la modernización de la Justicia.
• aumento de las cantidades destinadas a rehabilitación de vivienda y ligadas a la eficiencia energética.
• aumento de las becas de investigación.
• impulso de la seguridad laboral a través de Osalan.
• y la creación de un Centro para la Memoria en Euskadi, entre otras.
Además, hemos propuesto con nuestras enmiendas la reducción de gasto superfluo, la eliminación de entes públicos innecesarios y la reducción de altos cargos y personal temporal de libre designación.
Y hemos querido dar apoyo expreso, con estas enmiendas, a la I+D+i, a las inversiones productivas, a las nuevas tecnologías, a los sectores emergentes, a la innovación y a la internacionalización de nuestras empresas, a la formación de nuestros trabajadores y a las infraestructuras que nos hagan salir de la crisis e iniciar un nuevo ciclo alcista y alcanzar progresivamente un nuevo modelo productivo con más y mejor trabajo para todos. Finalmente, varias de estas enmiendas han sido aceptadas y han logrado mejorar el presupuesto inicialmente presentado.
Damos el sí, por tanto, a unos presupuestos mejorables que no son los nuestros, pero que son los primeros de un gobierno liderado por un lehendakari al que inicialmente apoyamos. Los primeros de un gobierno comprometido públicamente con la idea de gobernar para todos y sustituir la orientación identitaria por el concepto de ciudadanía como valor supremo y guía de la acción política. Unos presupuestos austeros que enfrentan la crisis económica, eliminan partidas para los presos de ETA, reconducen las delegaciones en el extranjero, disminuyen las partidas identitarias y se preocupan por primera vez por las asociaciones de víctimas del terrorismo. Además, no hay dotación económica para apadrinar ningún tipo de diálogo con terroristas.
Nosotros tenemos paciencia limitada y exigencias del todo punto irrenunciables. Por decirlo claro: somos claramente distintos a socialistas y populares y queremos ser su alternativa, tenemos vocación y argumentos evidentes para ello… pero, aún siendo tan libres y tan radicales como para seguir defendiendo determinadas causas vinculadas a la igualdad de los ciudadanos y hacerlo en solitario en este Parlamento, no somos tan ingenuos como para no comprender que siete meses es poco tiempo para retirar la confianza a un gobierno al que exigimos que sea alternativa a 30 años de gobiernos nacionalistas.
No obviamos que estos presupuestos muestran debilidades y pueden ser criticados en algunos de sus extremos. No obstante, lo importante ahora es trabajar conjuntamente, arrimar el hombro y plantear propuestas que mejoren la situación de miles de personas.
Para empezar, la política fiscal. Compartimos con otros grupos parlamentarios que el pacto de estabilidad institucional firmado por PNV y PSE es un pacto para su propia estabilidad interna y un freno evidente para aplicar políticas fiscales más progresivas, justas y solidarias, políticas fiscales que tiendan a la recuperación de los niveles de recaudación perdidos en los últimos años, que permitan ir incrementando progresivamente el gasto social y dar cobertura a las necesidades crecientes de prestaciones y ayudas solicitadas por los colectivos más desfavorecidos.
Consideramos que el Gobierno Vasco no aboga decididamente por incrementar y consolidar la vivienda pública de alquiler, puesto que se paraliza la captación de suelo público y se malvende suelo propiedad de la Administración. Ésta es una de las políticas que el actual Gobierno deberá variar, no sólo por razones evidentes de justicia social, sino porque así lo demanda la sociedad vasca. Sólo una política de vivienda donde la vivienda pública de alquiler sea prioritaria, podrá ser denominada social. Cualquier otra opción apoyada en excusas presupuestarias, será abogar por una política de vivienda basada en principios exclusivamente mercantilistas. Debemos abandonar la idea de que una política de vivienda que priorice el alquiler social es cara, pues también la Sanidad Pública y la Educación nos cuestan dinero, y ambas deben seguir garantizándose.
Seguimos reclamando la evidente necesidad de reducir y bastante drásticamente el número y la dimensión de algunos organismos públicos, pues se ha demostrado que han sido y son utilizados muchos de ellos, no como instrumento al servicio del conjunto de los ciudadanos vascos, sino como vehículo para favorecer o agradecer o acomodar a los partidarios.
Es evidente que muchas de estas empresas y fundaciones no han servido a los intereses generales de la ciudadanía, no han incentivado la actividad económica, no han ahorrado costes y no han aportado valor añadido a los poderes públicos vascos. Más bien al contrario, se han convertido en rémora evidente, nido de amiguismo, lugar donde colocar a los partidarios e incluso cementerio de elefantes. Tanto es así, que su racionalización es objetivo prioritario y problema básico a resolver en Euskadi, condición sine qua non para que este Gobierno siga gozando de la confianza de UNIÓN PROGRESO y DEMOCRACIA. Debemos denunciar que el actual Gobierno Vasco apenas ha iniciado labor y apenas ha enfrentado este problema.
Denunciamos también el hecho evidente de que no se ha cumplido el primer compromiso de este gobierno: reducir los altos cargos y el personal de confianza en un 10%. Efectivamente, hay trabajo que realizar en este campo. A pesar de que el actual gobierno se ha vuelto a comprometer en este objetivo, estaremos vigilantes para que la reducción del gasto improductivo sea la máxima que la eficiencia y eficacia recomienden y permitan.
Rechazamos el modo en que se propone regular LANBIDE y que se quiera crear como ente público de derecho privado. Pensamos que debe regularse como organismo autónomo. Por esto nosotros lo enmendamos en el texto de la Ley y esperamos que en un futuro cercano pueda corregirse.
Nos parece escaso el incremento presupuestario de OSAKIDETZA, aún reconociendo la situación actual de crisis económica. La Sanidad Vasca ha perdido posiciones en los últimos ejercicios y debe ser prioridad del Gobierno Vasco devolverle el prestigio perdido, alcanzar inicialmente los primeros puestos en el ranking nacional y, más adelante, la media europea de inversión en salud. Somos defensores de la Sanidad Pública, por tanto, entendemos que deben seguir reduciéndose las partidas económicas destinadas a los servicios sanitarios externalizados.
Independientemente de este apoyo crítico, continuaremos planteando en el futuro nuestras exigencias básicas ya conocidas.
Así, mantendremos nuestras críticas a la excepcionalidad que supone el Concierto Económico (y al cálculo del Cupo), como partido nacional que aspira a conformar una sociedad lo más igualitaria posible. Al parecer, los privilegios únicamente son criticables cuando los disfrutan otros; cuando somos nosotros los privilegiados, se invoca la diversidad plurinacional española, como si la pluralidad cultural afortunadamente existente en España, pudiera validar una diferencia de derechos y, por tanto, desigualdad.
Sin embargo, mantenemos cierta esperanza en este punto: la mayoría de los partidos vascos observa “el notorio absurdo que implica que un ciudadano pague distintos tributos en función del territorio histórico donde resida”. Únicamente nos queda esperar que ustedes universalicen este principio y lo apliquen al conjunto del Estado del que somos ciudadanos.
UPyD defiende la nueva política de utilización de todos los instrumentos del Estado de Derecho para DERROTAR DEFINITIVAMENTE LA AMENAZA TERRORISTA que pretende finiquitar la democracia. Defendemos el diálogo, sí, pero en el Parlamento y entre las fuerzas políticas democráticas. Porque el diálogo auténtico es el que se produce en igualdad, sin violencia expresa y sin la amenaza de ejercerla.
Nos seguimos proponiendo la REGENERACIÓN DE LA DEMOCRACIA: 30 años sin alternancia instauró un régimen clientelar. A la falta de libertad, consecuencia del terrorismo y de la ceguera moral colectiva promovida por el nacionalismo vasco, se une la corrupción labrada por el desmesurado control de las instituciones y de los medios públicos de comunicación por los partidos nacionalistas. El cambio habido en el gobierno no supone per sé, de facto, la solución a todos los problemas, se necesitan políticas y actuaciones concretas que posibiliten el verdadero cambio que los ciudadanos vascos siguen demandando, sin revancha ni frentismos, pero sin complejos ni ambigüedades.
UPyD seguirá defendiendo un cambio en la POLÍTICA LINGÜÍSTICA que el actual gobierno no termina de aplicar. Seguimos pensando que el exigir en proporción desmesurada conocimientos de euskera a funcionarios, empleados y profesionales que no lo van a necesitar es una práctica discriminatoria e injusta, que además provoca rechazo. Y esto sigue produciéndose todavía hoy.
Este cambio en la política lingüística apenas se ha iniciado, a pesar del documento base firmado por socialistas y populares. Y además debemos garantizar que los padres y madres puedan elegir libremente la lengua vehicular de sus hijos en la enseñanza, cosa que no sucede.
Nuestro apoyo renueva, por tanto, nuestro compromiso por una Euskadi sin mordazas, no normalizada sino normal, que deberá dejar atrás las políticas identitarias de los gobiernos nacionalistas.
Nuestro apoyo crítico y libre a estos presupuestos renueva nuestro compromiso por construir la Euskadi de los ciudadanos, unida y diversa, liderada por dirigentes que se centren en los problemas de los ciudadanos y en su bienestar.
Una Euskadi que no se mire al ombligo, moderna, cosmopolita, plural, cohesionada a España y solidaria con ella, abierta a Europa y al mundo. En definitiva, una Euskadi que derribe las fronteras que se han venido levantando durante demasiados años.
Insistimos en que el cambio que Euskadi necesita no se obtendrá con ideas evanescentes o un simple cambio de caras, sino con principios sólidamente asentados y políticas concretas, modificaciones legales y aprobación de nuevas leyes. Se requiere, para ello, un gobierno fuerte y estable, un gobierno decidido, convencido y convincente.
En conclusión, pese a las críticas que a este presupuesto puedan hacerse, renovamos nuestro apoyo crítico y libre al actual gobierno con nuestro voto favorable a estas cuentas públicas.
Entendemos que es vital hacerlo en el momento actual de crisis económica, paro e incremento de las dificultades económicas para demasiadas personas.
Y como paso necesario para garantizar la estabilidad institucional en Euskadi y para apoyar medidas eficaces que ayuden a superar la crisis y volver a crear empleo.
Y para mantener las puertas abiertas al constitucionalismo en Euskadi. De ahí la importancia de hacerlo bien. Estaremos vigilantes desde nuestro escaño para que así sea. Nos jugamos mucho.
• inversiones en investigación sanitaria.
• dinero para la Formación Profesional y la creación de titulaciones con futuro.
• impulso de la vivienda pública en alquiler.
• fondos para extender el programa de préstamos de libros a toda la enseñanza obligatoria.
• una partida para realizar un estudio para racionalizar el entramado institucional y empresarial público vasco.
• dinero para la mejora de barrios depauperados.
• inversiones en la Sanidad Pública.
• apuesta decidida por la Educación Pública.
• apoyo a la modernización de la Justicia.
• aumento de las cantidades destinadas a rehabilitación de vivienda y ligadas a la eficiencia energética.
• aumento de las becas de investigación.
• impulso de la seguridad laboral a través de Osalan.
• y la creación de un Centro para la Memoria en Euskadi, entre otras.
Además, hemos propuesto con nuestras enmiendas la reducción de gasto superfluo, la eliminación de entes públicos innecesarios y la reducción de altos cargos y personal temporal de libre designación.
Y hemos querido dar apoyo expreso, con estas enmiendas, a la I+D+i, a las inversiones productivas, a las nuevas tecnologías, a los sectores emergentes, a la innovación y a la internacionalización de nuestras empresas, a la formación de nuestros trabajadores y a las infraestructuras que nos hagan salir de la crisis e iniciar un nuevo ciclo alcista y alcanzar progresivamente un nuevo modelo productivo con más y mejor trabajo para todos. Finalmente, varias de estas enmiendas han sido aceptadas y han logrado mejorar el presupuesto inicialmente presentado.
Damos el sí, por tanto, a unos presupuestos mejorables que no son los nuestros, pero que son los primeros de un gobierno liderado por un lehendakari al que inicialmente apoyamos. Los primeros de un gobierno comprometido públicamente con la idea de gobernar para todos y sustituir la orientación identitaria por el concepto de ciudadanía como valor supremo y guía de la acción política. Unos presupuestos austeros que enfrentan la crisis económica, eliminan partidas para los presos de ETA, reconducen las delegaciones en el extranjero, disminuyen las partidas identitarias y se preocupan por primera vez por las asociaciones de víctimas del terrorismo. Además, no hay dotación económica para apadrinar ningún tipo de diálogo con terroristas.
Nosotros tenemos paciencia limitada y exigencias del todo punto irrenunciables. Por decirlo claro: somos claramente distintos a socialistas y populares y queremos ser su alternativa, tenemos vocación y argumentos evidentes para ello… pero, aún siendo tan libres y tan radicales como para seguir defendiendo determinadas causas vinculadas a la igualdad de los ciudadanos y hacerlo en solitario en este Parlamento, no somos tan ingenuos como para no comprender que siete meses es poco tiempo para retirar la confianza a un gobierno al que exigimos que sea alternativa a 30 años de gobiernos nacionalistas.
No obviamos que estos presupuestos muestran debilidades y pueden ser criticados en algunos de sus extremos. No obstante, lo importante ahora es trabajar conjuntamente, arrimar el hombro y plantear propuestas que mejoren la situación de miles de personas.
Para empezar, la política fiscal. Compartimos con otros grupos parlamentarios que el pacto de estabilidad institucional firmado por PNV y PSE es un pacto para su propia estabilidad interna y un freno evidente para aplicar políticas fiscales más progresivas, justas y solidarias, políticas fiscales que tiendan a la recuperación de los niveles de recaudación perdidos en los últimos años, que permitan ir incrementando progresivamente el gasto social y dar cobertura a las necesidades crecientes de prestaciones y ayudas solicitadas por los colectivos más desfavorecidos.
Consideramos que el Gobierno Vasco no aboga decididamente por incrementar y consolidar la vivienda pública de alquiler, puesto que se paraliza la captación de suelo público y se malvende suelo propiedad de la Administración. Ésta es una de las políticas que el actual Gobierno deberá variar, no sólo por razones evidentes de justicia social, sino porque así lo demanda la sociedad vasca. Sólo una política de vivienda donde la vivienda pública de alquiler sea prioritaria, podrá ser denominada social. Cualquier otra opción apoyada en excusas presupuestarias, será abogar por una política de vivienda basada en principios exclusivamente mercantilistas. Debemos abandonar la idea de que una política de vivienda que priorice el alquiler social es cara, pues también la Sanidad Pública y la Educación nos cuestan dinero, y ambas deben seguir garantizándose.
Seguimos reclamando la evidente necesidad de reducir y bastante drásticamente el número y la dimensión de algunos organismos públicos, pues se ha demostrado que han sido y son utilizados muchos de ellos, no como instrumento al servicio del conjunto de los ciudadanos vascos, sino como vehículo para favorecer o agradecer o acomodar a los partidarios.
Es evidente que muchas de estas empresas y fundaciones no han servido a los intereses generales de la ciudadanía, no han incentivado la actividad económica, no han ahorrado costes y no han aportado valor añadido a los poderes públicos vascos. Más bien al contrario, se han convertido en rémora evidente, nido de amiguismo, lugar donde colocar a los partidarios e incluso cementerio de elefantes. Tanto es así, que su racionalización es objetivo prioritario y problema básico a resolver en Euskadi, condición sine qua non para que este Gobierno siga gozando de la confianza de UNIÓN PROGRESO y DEMOCRACIA. Debemos denunciar que el actual Gobierno Vasco apenas ha iniciado labor y apenas ha enfrentado este problema.
Denunciamos también el hecho evidente de que no se ha cumplido el primer compromiso de este gobierno: reducir los altos cargos y el personal de confianza en un 10%. Efectivamente, hay trabajo que realizar en este campo. A pesar de que el actual gobierno se ha vuelto a comprometer en este objetivo, estaremos vigilantes para que la reducción del gasto improductivo sea la máxima que la eficiencia y eficacia recomienden y permitan.
Rechazamos el modo en que se propone regular LANBIDE y que se quiera crear como ente público de derecho privado. Pensamos que debe regularse como organismo autónomo. Por esto nosotros lo enmendamos en el texto de la Ley y esperamos que en un futuro cercano pueda corregirse.
Nos parece escaso el incremento presupuestario de OSAKIDETZA, aún reconociendo la situación actual de crisis económica. La Sanidad Vasca ha perdido posiciones en los últimos ejercicios y debe ser prioridad del Gobierno Vasco devolverle el prestigio perdido, alcanzar inicialmente los primeros puestos en el ranking nacional y, más adelante, la media europea de inversión en salud. Somos defensores de la Sanidad Pública, por tanto, entendemos que deben seguir reduciéndose las partidas económicas destinadas a los servicios sanitarios externalizados.
Independientemente de este apoyo crítico, continuaremos planteando en el futuro nuestras exigencias básicas ya conocidas.
Así, mantendremos nuestras críticas a la excepcionalidad que supone el Concierto Económico (y al cálculo del Cupo), como partido nacional que aspira a conformar una sociedad lo más igualitaria posible. Al parecer, los privilegios únicamente son criticables cuando los disfrutan otros; cuando somos nosotros los privilegiados, se invoca la diversidad plurinacional española, como si la pluralidad cultural afortunadamente existente en España, pudiera validar una diferencia de derechos y, por tanto, desigualdad.
Sin embargo, mantenemos cierta esperanza en este punto: la mayoría de los partidos vascos observa “el notorio absurdo que implica que un ciudadano pague distintos tributos en función del territorio histórico donde resida”. Únicamente nos queda esperar que ustedes universalicen este principio y lo apliquen al conjunto del Estado del que somos ciudadanos.
UPyD defiende la nueva política de utilización de todos los instrumentos del Estado de Derecho para DERROTAR DEFINITIVAMENTE LA AMENAZA TERRORISTA que pretende finiquitar la democracia. Defendemos el diálogo, sí, pero en el Parlamento y entre las fuerzas políticas democráticas. Porque el diálogo auténtico es el que se produce en igualdad, sin violencia expresa y sin la amenaza de ejercerla.
Nos seguimos proponiendo la REGENERACIÓN DE LA DEMOCRACIA: 30 años sin alternancia instauró un régimen clientelar. A la falta de libertad, consecuencia del terrorismo y de la ceguera moral colectiva promovida por el nacionalismo vasco, se une la corrupción labrada por el desmesurado control de las instituciones y de los medios públicos de comunicación por los partidos nacionalistas. El cambio habido en el gobierno no supone per sé, de facto, la solución a todos los problemas, se necesitan políticas y actuaciones concretas que posibiliten el verdadero cambio que los ciudadanos vascos siguen demandando, sin revancha ni frentismos, pero sin complejos ni ambigüedades.
UPyD seguirá defendiendo un cambio en la POLÍTICA LINGÜÍSTICA que el actual gobierno no termina de aplicar. Seguimos pensando que el exigir en proporción desmesurada conocimientos de euskera a funcionarios, empleados y profesionales que no lo van a necesitar es una práctica discriminatoria e injusta, que además provoca rechazo. Y esto sigue produciéndose todavía hoy.
Este cambio en la política lingüística apenas se ha iniciado, a pesar del documento base firmado por socialistas y populares. Y además debemos garantizar que los padres y madres puedan elegir libremente la lengua vehicular de sus hijos en la enseñanza, cosa que no sucede.
Nuestro apoyo renueva, por tanto, nuestro compromiso por una Euskadi sin mordazas, no normalizada sino normal, que deberá dejar atrás las políticas identitarias de los gobiernos nacionalistas.
Nuestro apoyo crítico y libre a estos presupuestos renueva nuestro compromiso por construir la Euskadi de los ciudadanos, unida y diversa, liderada por dirigentes que se centren en los problemas de los ciudadanos y en su bienestar.
Una Euskadi que no se mire al ombligo, moderna, cosmopolita, plural, cohesionada a España y solidaria con ella, abierta a Europa y al mundo. En definitiva, una Euskadi que derribe las fronteras que se han venido levantando durante demasiados años.
Insistimos en que el cambio que Euskadi necesita no se obtendrá con ideas evanescentes o un simple cambio de caras, sino con principios sólidamente asentados y políticas concretas, modificaciones legales y aprobación de nuevas leyes. Se requiere, para ello, un gobierno fuerte y estable, un gobierno decidido, convencido y convincente.
En conclusión, pese a las críticas que a este presupuesto puedan hacerse, renovamos nuestro apoyo crítico y libre al actual gobierno con nuestro voto favorable a estas cuentas públicas.
Entendemos que es vital hacerlo en el momento actual de crisis económica, paro e incremento de las dificultades económicas para demasiadas personas.
Y como paso necesario para garantizar la estabilidad institucional en Euskadi y para apoyar medidas eficaces que ayuden a superar la crisis y volver a crear empleo.
Y para mantener las puertas abiertas al constitucionalismo en Euskadi. De ahí la importancia de hacerlo bien. Estaremos vigilantes desde nuestro escaño para que así sea. Nos jugamos mucho.
5 comentarios:
¿Que es tener las ideas claras?. como ejemplo lean este escrito y luego digan si ha quedado algo en el tintero.
Enhorabuena Gorka, pero nunca te lo creas, hay un larguisimo camino por delante y te necesitamos entero.
"eliminan partidas para los presos de ETA"... me podrías dar algun dato de alguna subvención o ayuda para los presos de ETA?. LLevo trabajando con subvenciones del gobierno vasco varios años y te juro que todavía no he encontrado ninguna. O yo tengo muy malo ojo (que todo puede ser) o acabas de cosechar otro voto nacionalista (el mio, nacionalista vasco, evidentemente, no nacionalista españól) No se porqué me temo que esto va a ser tan equivocado como cuando has dado al botón de abstención en vez del sí. Eskerrik asko.
Realmente son las partidas destinadas a las asociaciones que agrupan a las familias de los presos etarras, como bien sabes. Es curioso que los nacionalistas nunca han querido individualizar estas ayudas, lo cual sería bastante menos bochornoso (y más justo, desde luego). En cuanto al error, no tuvo mayor repercusión... y el constitucionalismo sigue abriéndose paso en Euskadi. Con el tiempo gobernaremos los constitucionalistas buenos, todo es cuestión de tiempo.
Lo primero Feliz Año nuevo Gorka. "Realmente son las partidas destinadas a las asociaciones que agrupan a las familias de los presos etarra". Y dale Gorka. Lo siento pero no existe. Puedes seguir buscando pero no existe. Esto se que cosecha muchos votos pero no existe. Me imagino que te refieres a una partida que subvenciona los gastos derivados de viajes y estancias para familiares de presos (no etarras.. siento bajarte del guindo, si no todos). Evidentemente si los unicos presos que estan son los Etarras serán sus familiares los que se beneficien de ellos. Pero te digo dos cosas que me parecen muy serias y que hoy en dia faltan a muchos politicos y vosotros no sois para nada diferentes al resto. Uno. Llamar a las cosas por su nombre. No cuesta tanto, dará menos votos pero te dejara dormir mas tranquilo con tu conciencia. Y dos, todavia vivimos en un estado de derecho y el que una persona haya cometido un asesinato del tipo que sea no puede hacer que los familiares pierdan todos sus derechos. Politicas como la vuestra no nos diferencian en nada de regimenes como los de Iran, China o Cuba por ponerte algun ejemplo. Es triste que al final seais mas de lo mismo o incluso mas extremistas.
Brillante. Para rato me va a dar usted lecciones de defensa de los derechos humanos de los presos y detenidos. Para rato. Nosotros fuimos los que presentamos, entérese, una proposición no de ley para instalar obligatoriamente cámaras de video en comisarías, y pudieran ser las grabaciones utilizadas en los juicios. Y en cuanto a las partidas que a usted le quitan el sueño, únicamente se conceden a asociaciones, en lugar de a individuos o unidades familiares. Cosa extraña, ¿verdad? Para garantizar que ese dinero llegara a la organización controlada por la cosa, no al familiar que realmente lo necesita. Pero en fin, es como clamar en el desierto.
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