martes, 29 de diciembre de 2009

MENOS HUMOS.

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¡Qué maravilla de artículo!
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5 comentarios:

Sake dijo...

Por ésa regla de tres deberia prohibirse aparte de fumar: El beber, el comer grasas, el conducir, el escalar montañas, el montar en bicicleta, cualquier tipo de deporte (puede causar lesiones), comer dulces, osea se puede prohibir casi todo porque casi todo puede ser perjudicial en algo.¡Jo, yo quiero un poco de Libertad!¡Porfa!.

Alberto D dijo...

El prohibir fumar en bares, restaurantes y discotecas no está motivado porque sea malo para uno mismo sino que es para proteger la salud de los que NO fuman. Por tanto no puede compararse con los deportes de riesgo o los desbordamientos eróticos. En el propio artículo se dice
"Entiendo que no se debe fumar allí dónde el humo del tabaco moleste a otros, pero ¿por qué los fumadores no pueden disfrutar de un espacio público -sea en un restaurante o en su lugar de trabajo- dónde puedan fumar sin que les molesten quejas ni persecuciones?"
Pues precisamente en esos lugares el humo perjudica (que es más importante que molesta) a los que están a su alrededor, sean trabajadores o clientes.

gorka maneiro labayen dijo...

Los bares y los restaurantes son lugares a los que se va voluntariamente. Si a mí no me gusta la música alta (porque me perjudica a la salud auditiva o porque sencillamente me molesta), no voy a las discotecas, pero no prohíbo que en su interior pongan música alta (o determinada música que no me guste). Respecto al tabaco, hay dos argumentos que ridiculizan a las leyes prohicionistas que vienen: por un lado, se responde facilmente a las autoridades que quieren velar por la salud de los fumadores: somos libres y la salud es algo muy subjetivo. Y el segundo es aún más sencillo y lo he dicho arriba: es lógico prohibir fumar en los lugares donde no queda más remedio que visitar por diversas causas: lugares de administración pública, transporte urbano, aviones, etcétera. Sin embargo, a los bares y restaurantes se va voluntariamente. Yo no voy a determinados lugares que no me gustan. El que va a un Chino ya sabe que no tendrá marmitako, por mucho que tenga derecho a comerse uno. Es realmente sencillo. Al menos en mi humilde opinión.

Anónimo dijo...

Me parece muy bien que a quien no le guste la música alta no vaya a una discoteca, igual que a quienes no nos gusta fumar no vamos a una fumoteca; pero a quienes nos gusta tomarnos un zumo, un té o un caña con la cuadrilla queremos poder ir a un bar sin que ello conlleve respirar los malos humos de otros, con claro riesgo para nuestra salud. No digamos ya lo que nos gustaría poder degustar el marmitako sin que tenga cierto regusto a alquitrán y nicotina.

Por otra parte no hay que olvidar que en los bares y restaurantes también hay trabajadores que no tienen la opción de elegir ir o no ir y cuya salud también se ven obligados a poner en riesgo.

Nadie quiere prohibir fumar, tan solo se trata de no obligar a fumar a quienes no queremos hacerlo, porque no nos gusta y lo que es más importante, porque nos mata. ¿Sabías que 600.000 muertes al año se deben a ser fumador pasivo?

Bueno, Gorka, no siempre íbamos a estar de acuerdo en todo.
Un saludo,
Amaia

Rolan dijo...

¿Y este otro de Fernando? Me parece incisivo y plenamente acertado.

http://www.elpais.com/articulo/opinion/identidad/democratica/elpepuopi/20091229elpepiopi_4/Tes

Saludos a todos.