El próximo día 6 del mes de noviembre se cumplen 33 años de la “Marcha Verde”, esto es, la ocupación marroquí del Sáhara Occidental, territorio colonizado y perteneciente entonces a la España de un Franco moribundo. Días después de aquel lejano año de 1975, día 14 del mismo mes, se firmaban los vergonzosos Acuerdos de Madrid, a través de los cuales y contraviniendo el mandato de las Naciones Unidas y la Corte Internacional de Justicia, se entregaban a las soberanías mauritana y marroquí el presente y el futuro, hasta hoy, de miles de ciudadanos sin derechos y sin libertad. Aunque llamar ciudadano a quien no tiene donde caerse muerte sea mucho decir.
Todavía hoy colean las vergüenzas de las que somos los españoles responsables, razón por la cual mantenemos una deuda moral que no será saldada mientras se mantenga el sufrimiento del pueblo saharaui, atado de pies y manos por la dictadura marroquí y la pasividad de los diferentes gobiernos españoles, el último de los cuales el del talantoso ZP.
Son varias las iniciativas que se anuncian para los próximos días que reclamarán el derecho a la autodeterminación que a las colonias asiste, entre ellas las que llevará a cabo el nuevo partido de Rosa Díez, una especie de aire fresco en el tenebroso y aburrido panorama político español. En fin, sea quien sea quien las plantee, será justo y necesario que participemos en ellas. Nunca es tarde, ciertamente, para rebelarse contra una injusticia tan flagrante como ésta, demasiado duradera en el tiempo y a la que debe ponerse fin.
Todavía hoy colean las vergüenzas de las que somos los españoles responsables, razón por la cual mantenemos una deuda moral que no será saldada mientras se mantenga el sufrimiento del pueblo saharaui, atado de pies y manos por la dictadura marroquí y la pasividad de los diferentes gobiernos españoles, el último de los cuales el del talantoso ZP.
Son varias las iniciativas que se anuncian para los próximos días que reclamarán el derecho a la autodeterminación que a las colonias asiste, entre ellas las que llevará a cabo el nuevo partido de Rosa Díez, una especie de aire fresco en el tenebroso y aburrido panorama político español. En fin, sea quien sea quien las plantee, será justo y necesario que participemos en ellas. Nunca es tarde, ciertamente, para rebelarse contra una injusticia tan flagrante como ésta, demasiado duradera en el tiempo y a la que debe ponerse fin.
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