La exigencia de que el resultado de la batalla que la sociedad democrática viene 50 años librando contra ETA debe ser un resultado de vencedores y vencidos es algo ante lo que especialmente los nacionalistas vascos se indignan. También se indignan los acomplejados, que son legión. Siempre que lo recuerdo, hay quien alza la voz... como pidiendo mesura. Me ocurrió el pasado martes en Bilbao, durante el debate que casi todas las fuerzas parlamentarias vascas (el PP no se atrevió) protagonizamos vía Fundación Leizaola y me ocurrió ayer mismo, durante la habitual tertulia radiofónica de los sábados en Radio Euskadi. Sin embargo, y con todas las reservas (al fin y al cabo somos una sociedad enferma), me da que es otro de esos mensajes que va calando. Realmente es algo perfectamente razonable, entendible en cualquier país democrático del mundo. Se trata, nada más y nada menos, de que los demócratas que nos enfrentamos a ETA para defender nuestro Estado de Derecho, venzamos, de que quienes defendimos con la voz y la palabra nuestras ideas, venzamos, y de que sean vencidos quienes utilizaron el terrorismo para imponer a la sociedad un determinado proyecto político. Y quienes los secundaron. No hay deseo de humillar a quienes sean derrotados ni deseo de llevar a cabo ningún tipo de venganza, ni deseo de multiplicar el rencor o fomentar la violencia. Es todo lo contrario. Se trata de justicia. Así que insisto: esta batalla no va poder acabar con empate infinito, como algunos pretenden y pretenderán incluso cuando se juegue el tiempo extra, sino con victoria clara: unos, los demócratas, deberemos vencer; y los asesinos y quienes defendieron su proyecto, deberán ser derrotados. Ya digo: no hay ningún misterio en ello. Se entiende en cualquier sociedad democrática.
6 comentarios:
Sobra decir que tienes toda la razón, muy buena la entrada.
Y precisamente este debate da la medida de quiénes son verdaderamente demócratas y quiénes se han apuntado a la democracia para disfrutar de sus beneficios sin cumplir con sus obligaciones. Los que quieren el empate no son auténticos demócratas; son oportunistas. Pero el oportunismo es especialmente repugnante cuando hay sangre vertida. Contra los oportunistas, decir las cosas claras, tantas veces como sea necesario. Enhorabuena, Gorka.
Y ojo, una gran parte de la población española a bebido de la pócima buenista. Muchos siguen viendo con buenos ojos soluciones menos evidentes que la única razonable. El buenista - de derechas, de izquierdas y de nada - no entenderá bien lo de vencedor y derrotado por claro que sea.
Saludos
Yo vi un partido de fútbol en donde un equipo, joven, sano con ilusión fué vencido por criminales con trampas y matando algún jugador ¿qué equipo merece vencer y cual merece ser vencido claramente?.
Lo que dices es completamente justo,tiene que haber vencedores y vencidos porque si no "la paz" con la que se les llena la boca, será la paz de los cementerios y la muerte de la libertad y de la dignidad. Cada dia me alegro más de que estés ahi defendiendola libertad de todos los democratas.
Gracias Gorka por tus palabras, por tu libertad y por tu valentía.
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