Este sábado pasado volvió a demostrarse lo mucho que venimos disfrutando con UPyD desde que hace tres años y medio nos embarcamos en esta aventura contra los elementos. Al final, cuando todo acabe y hayamos regenerado la democracia en España, echaremos la vista atrás y diremos: cuántos amigos hemos hecho. Cuánto hemos disfrutado. Cuánta gente valiosa tiene ahora mi número de teléfono. E incluso aunque no consigamos ninguno de nuestros objetivos, habrá merecido la pena... porque los obstáculos de todo tipo que estamos salvando son incluso de agradecer: nos entretienen en nuestra lucha y nos hacen mejores personas.
Respecto al magnífico acto de anteayer, me quedo con algunos detalles: las palabras de Cristina Andreu, nuestra candidata a las Cortes de Aragón, al reclamar desde la tribuna claridad e información respecto de las subvenciones que los medios de comunicación cobran; el desparpajo, el saber estar y la valía de José Luis Ros, candidato murciano de poco más de 20 años y al que tuve el placer de conocer hace unos cuantos meses: además de su evidente honestidad, nos hizo reir; el discurso diáfano de José María Fidalgo y su referencia contínua a eso que Álvaro Pombo denominó "la ira del español sentado": criticó sin complejos a la sociedad adormilada, conformista, incapaz de levantar la voz y transigente con la humillación; el compromiso y la frescura de Toni Cantó... y que me invitara a la próxima representación de su obra en Baracaldo; el discurso claro, convincente y perfectamente estructurado y entendible de David Ortega; la experiencia de Luis de Velasco; y el buen hacer de Nacho Prendes y de todos los demás. Y además (y seguramente sobre todo): la cantidad de gente a la que tuve la ocasión de volver a ver, los nuevos afiliados a los que tuve el placer de saludar por primera vez, las conversaciones en los bares, los abrazos en las inmediaciones del Teatro Alcázar, las fotos, las risas... y el intercambio contínuo de ideas y de opiniones. Fue un inmenso placer y os doy a todos las gracias.
2 comentarios:
Cuando los ciudadanos se unen y tienen conciencia de la importancia de su misión, de lo necesarias de sus ideas surgen actos como los del Teatro Alcázar.
Pues sí, yo estuve allí y puedo decir que fue muy interesante y enriquecedor, da gusto oir hablar a tanta gente sensata y educada junta... nada que ver con el bochornoso espectáculo que dieron casi todos los partidos en la pasada campaña de las elecciones catalanas.
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