El histórico ex dirigente de ETA Eugenio Etxebeste, "Antxon", acaba de mostrarse convencido de que la lucha armada "ha tocado techo" y no porque haya "fracasado", sino porque "ha aportado todo lo que tenía que aportar en un momento determinado". Es decir, lo que decíamos por estos lares hace escasos días: el terrorismo de ETA está amortizado, no hay nueces que recoger, éstas se encuentran todas en el cesto... y Euskadi es hoy distinta de lo que pudo ser si no hubiera existido ETA. Es elocuente, por tanto, que diga que la lucha armada "ha tocado techo" y no que haya tocado fondo. Es su particular (y repugnante) modo de mostrarse orgulloso de su trayectoria criminal. Han logrado abducir a gran parte de la sociedad, hacernos utilizar gran parte de su lenguaje y asumir muchos de sus peregrinos planteamientos: el conflicto vasco, la paz, la idea de las dos violencias contrapuestas, todas las ideas son respetables... amén de todas esas políticas aplicadas durante años por los nacionalistas y que el Gobierno actual evita modificar. Ése es su logro o su (relativa) victoria: habernos transformado. Y como sabe que la sociedad repugna mayoritariamente su violencia, dice ahora que "hoy nuestra arma está en la democracia". Y continúa afirmando la siguiente barbaridad: hoy la sociedad es "más madura" tras haber padecido 50 años de terrorismo. Sin embargo, al menos por nuestra parte, debemos abiertamente afirmar: el proyecto político de Batasuna, tal como lo hemos conocido, con o sin violencia de ETA, sigue siendo radicalmente antidemocrático.
1 comentario:
Que quieres decir ¿que si fueran otras las circunstancias estaria bien seguir asesinando?, es lo que habeis hecho siempre y ahora con ésta actitud asesinais el respeto y la decencia.
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