Este pasado miércoles tuvimos la ocasión los diferentes grupos de la Cámara de dar nuestra opinión sobre el Informe emitido por el Gobierno Vasco acerca de las denominadas "otras víctimas", es decir, aquellas víctimas de motivación política producidas desde el año 1968 en Euskadi, en el contexto de violencia terrorista padecida por el conjunto de los ciudadanos. Concretamente, un informe sobre las personas que fueron víctimas de la violencia ilegítima del Estado. El Informe merece la pena ser leido y, aunque el nombre del mismo y una primera lectura superficial podría hacernos llevar las manos sobre nuestras cabezas, en general el Informe es correcto y en absoluto debería molestar a ninguna víctima del terrorismo. Por mi parte, insistí en que en modo alguno dicho Informe podría reivindicar la teoría de las dos violencias, la del Estado opresor y la contestataria de ETA, y que en modo alguno estas víctimas podrían "enfrentarse" a las de ETA, como justificándose unas con las otras. Y que en modo alguno dicho Informe podría cuestionar la democracia española y su Estado de Derecho. Creo que este Informe no hace nada de esto y, por tanto, es correcto.
Pero no era esto lo que os quería contar sino lo siguiente: como sabréis, de cada comisión parlamentaria formamos parte uno de los miembros del Grupo Mixto, esto es, el representante de Eusko Alkartasuna, el de Ezker Batua y yo mismo, de modo que cada cual tiene las suyas. No obstante, cuando se tratan asuntos informativos y, sobre todo, cuando no se somete nada a votación, uno puede ocupar la plaza del otro y han sido varias las ocasiones en que hemos tomado parte del debate varios o todos los miembros del Grupo Mixto, repartiéndonos equitativamente los tiempos. No hay problema salvo que algún partido político proteste, pero no recuerdo que nunca haya pasado esto.
El hecho es que, un minuto antes de dar comienzo la comisión de Derechos Humanos del Parlamento Vasco en la que la Dirección correspondiente del Gobierno Vasco iba a explicar el Informe... se me acercó el letrado para decirme: "lo siento, señor Maneiro, en virtud del artículo 42, la presidenta de la comisión, Mari Mar Blanco, no le dará la palabra. Normalmente no suele haber ningún problema, como sabe, pero en este caso... ha sido el Partido Nacionalista Vasco quien ha invocado expresamente el artículo para que usted no hable". Mi primera sensación fue de aceptación del Reglamento de la Cámara.
A continuación y en silencio, comencé a recordar determinadas cosas ocurridas en ese Parlamento y fuera del mismo desde que tengo uso de razón: la posición equidistante de los nacionalistas ante la violencia de ETA durante décadas, cuando no su halago expreso, indirecto o disimulado; las declaraciones de muchos de sus dirigentes reivindicando los objetivos políticos de ETA, a cuyos miembros denominaban habitualmente patriotas, presos políticos o hijos descarriados, y su diaria y pública comprensión política y humana del entramado proetarra; recordé el silencio vergonzoso del PNV cuando aceptó, y defendió cuando se multiplicaron las críticas, que Josu Ternera formara parte de la Comisión en la que yo mismo me encontraba en ese mismo momento vetado y en silencio; y recordé, finalmente, las protestas de ¡esta misma semana! por parte de los nacionalistas vascos cuando Mari Mar Blanco impidió que un grupo contra la tortura (Torturaren Aurkako Taldea) pudiera comparecer en la Comisión, a petición de Aralar... por ser parte de la autodenominada "izquierda abertzale".
Fue por todo ello que decidí ir a la guerra: al terminar su intervención el segundo representante del Grupo Mixto, pedí la palabra para preguntar a la presidenta quién era el grupo que impedía que UPyD diera su opinión sobre el Informe... a lo que siguieron una serie de explicaciones entrecortadas de Blanco y del letrado... y murmullos en la sala. Preguntó la presidenta si alguien tenía algún problema para que yo diera nuestra opinión sobre la materia. Nadie salvo el PNV que, de manera cobarde, recurrió al problema de tiempos si yo tomaba la palabra. Ningún grupo tenía inconveniente en que yo tomara la palabra. Todo lo contrario, querían que lo hiciera, pues era importante conocer la opinión de todos los ciudadanos representados en el Parlamento sobre un Informe de esa importancia. Carlos Urquijo, del PP, levantó la mano. Y también lo hizo Mikel Arana, de EB, quien zanjó el debate: "para no seguir discutiendo, yo le cedo la mitad de mi tiempo al señor Maneiro". Así, UPyD pudo hablar y dar su opinión sobre el Informe presentado en la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento Vasco. Pese al intento de veto del portavoz jeltzale para asuntos de derechos humanos, en una operación antidemocrática que demuestra su catadura moral: lo mismo apoyan al jefe de ETA para que pueda ser miembro de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento... como tratan de cerrar la boca a un partido democrático como el nuestro.
4 comentarios:
El PNV siempre ha tenido el problema de compartir las metas de ETA y claro el equipo de "mover el árbol y recoger las nueces" no se puede disolver asi como asi.
Queda de sobra demostrado que hay partidos que apoyan la democracia siempre que el viento sople a su favor. Si hay visos de que les van a tirar de las orejas hacen todo lo posible para acallar las voces críticas. El PNV, tras años de doble juego, se cree que puede cerrar bocas sin dramatismo alguno. Menos mal que hay personas en el Parlamento que desean que todos se expresen a pesar de no opinar lo mismo y gente que es capaz de decir lo que opina sin importar que la mayoría quiera fagocitarlo.
Y hoy, Día de la Constitución (no perfecta, aunque es posible mejorarla), recomendaría a muchos del PNV leer algunos de sus artículos para que sepan qué es lo que muchos defendemos y que el pluralismo político es algo que ha de existir, por mucho que lo detesten.
nada que no supieramos...
¡POR ESO
ESTAMOS
AQUÍ¡.
¡Ánimo Gorka!.
El PNV, los de Sabino Arana, los del perímetro craneal o la vergüenza de no atender a tantos asesinados, todos ellos intentan impedir que hable nuestro representante , uno sólo frente a tantos, cobardes que dan patadas en los testiculos a un hombre solo y se ocultan y protegen entre la muchedunbre sorda ciega de corazón de hielo.
Un abrazo y mucho ánimo.
Con un par...
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