Mañana se cumple un año de la penúltima acción criminal de los terroristas de ETA. Frente a los fascistas, la sociedad civil, desarmada, sin más arma que la fuerza de las palabras. Mañana se cumple un año del penúltimo acto cobarde de los que ahora dicen que se lo están pensando, cuando se ven definitivamente rodeados por la sociedad democrática. Frente a ellos, una familia digna, valiente, coherente, orgullosa, ejemplar, extraordinariamente valiosa. Hoy se cumple un año de otro día aciago, negro, embadurnado de odio injustificado. Anteayer mismo Tasio Erkizia, penúltimo perteneciente a la cosa terrorista, decía que hoy, más que nunca, existen motivos suficientes para asesinar al conciudadano disconforme. Así, casi todos somos perfectamente asesinables, o al menos una mayoría rebelde ante la fuerza de las armas. Pero no, añadió el cobarde, no nos interesa a día de hoy el ejercicio de la lucha armada. Son dos vascos, dos conciudadanos, dos seres humanos. A un lado, Tasio Erkizia y su odio acumulado durante décadas de asesinatos. Al otro, Josu, el hermano digno, valiente, coherente, orgulloso, ejemplar, extraordinariamente valioso para terminar enterrándolos definitivamente en el mar.
1 comentario:
No se puede emplear la palabra porque están sordos, no se puede emplear la razón porque están locos ¿qué podemos emplear?, sólo nos queda la firmeza y nuestra voluntad de paz.
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