lunes, 6 de septiembre de 2010

Una tregua no es nada.

Independientemente de los motivos que han llevado a ETA a declarar esta difusa tregua (la presión internacional, la dificultad operativa, la escasa cantera, los problemas económicos, el hartazgo social y la infiltración policial, entre otros) o los objetivos que pretenda conseguir con ella (presentarse a las próximas elecciones municipales y forales), creo conveniente insistir en las razones argumentales por las cuales debe rechazarse toda tregua. Las treguas son períodos durante los cuales los terroristas paran... a la espera de acontecimientos. Habitualmente las aprovechan para reorganizarse, coger aire y templar ciertos ánimos que les permita continuar en la brecha. Pero incluso suponiendo que el parón es verificable y cierto: tampoco vale. Porque todas las treguas son temporales y condicionadas. A que los partidos políticos democráticos muevan ficha, corrijan su posición, cambien de estrategia y asuman al menos parte de los postulados terroristas. Es decir, condicionadas a que los demócratas estemos dispuestos a darles algo a cambio de que nos sigan perdonando la vida. A asumir por la fuerza parte de sus planteamientos. Porque, seamos claros: ¿qué se supone que debemos hacer ahora? ¿Qué movimientos se pretende que lleve a cabo el gobierno? ¿Acaso la creación de una fraudulenta mesa de partidos al margen del parlamento? ¿Qué pasos se nos reclaman? ¿Qué nueva fase política debe ahora abrirse? ¿Qué políticas distintas deben aplicarse? ¿Qué supuesto escenario de paz podrá sustituir al Estado de Derecho que ya disfrutamos, pese a ellos? Euskadi, como el resto de España, seguirá transformándose y enfrentándose a nuevos escenarios, ante los cuales aplicaremos unas políticas o las contrarias. Pero ello dependerá exclusivamente de la ciudadanía. En ningún caso podemos desviar o corregir nuestro devenir político porque ETA mate o porque deje definitivamente las armas. Por esto no vale ahora ni debió valer nunca ninguna tregua. Sólo vale la legalidad vigente y el respeto a nuestro Estado de Derecho. Si pretenden ser como nosotros, que asuman la democracia.

9 comentarios:

Sake dijo...

Terroristas ¿qué justifica el derramamiento de sangre? y ahora que decís ¿que os tomais un descanso?, acaso no estais hartos de matar acaso encontrais justificación a vuestros actos dentro de vuestra mente, porque si es asi sólo mereceis lo peor.

Buenos dias con Poesía dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Buenos dias con Poesía dijo...

Amen!!!

Paloma Medina dijo...

Una tregua, efectivamente, es un paréntesis temporal marcado por las condiciones que se den.
El último duró catorce meses, tiempo en el que se reagruparon, se financiaron y luego, continuaron haciendo lo único que saben hacer: matar, extorsionar y sembrar el terror.
Estos hipócritas iniciaron unilateralmente una guerra sucia contra el Estado Español (su supuesto enemigo...) y hemos sido atacados y masacrados indiscriminadamente porque siempre hemos estado en condiciones desiguales, nosotros somos vulnerables.
Y lo somos, porque los ciudadanos de esta nación, de este pueblo, nos hemos atenido siempre a la ley, a las reglas de un Estado Social y Democrático de Derecho. Y esa es la única vía posible para una convivencia en paz.
¿Conocen estos individuos el significado de tales conceptos…? Rotundamente, no.
¿Quieren poner fin a esto? Pues que lo demuestren con el abandono incondicional de las armas, cumplimiento íntegro de las penas y resarcimiento a las víctimas.
Victimas, que lo han sido doblemente, de la propia violencia y de un sistema que ha permitido que los asesinos y sus simpatizantes se sentaran en las instituciones y se pasearan por sus calles.
Y ahora pretenden volver a esas instituciones como lobos con piel de cordero...¿con que propósito?

Amy Puyol dijo...

No queremos más treguas, como si estuvieran en una guerra con dos bandos iguales. Queremos que los delincuentes abdandonen el delito de forma definitiva.

Bluesfan dijo...

Bravo Paloma. Yo no lo hubiera expresado de otra forma. Y bravo Gorka por tu excelente artículo.
Yo de éstos engendros no me creo absolutamente nada.

Alfonsino dijo...

Ya me hice ilusiones vanas allá por 2006 con una tregua en la que esta nueva se desvela como un perfecto clon de aquélla. Entre querer entrar como si nada en el juego político o las ansias de respirar para conseguir fondos y armas estoy que tiemblo. ETA no puede jugar de esta manera infantil con el Estado: ahora mato y te odio, ahora hago tregua y no me puedes hacer nada para dialogar.

Anónimo dijo...

Gorka te van a intentar engañar porque eres una minoría.
Basta ya de sufrimiento, de dictadura, de imposición, de chantaje, de amenazas, de extorsión, etc.
Necesitamos paz, libertad, democracia, etc.
Esto se tenía que haber terminado hace mucho tiempo.
Ya sé que no es fácil pero hay que dejar de pensar en el poder y pensar en los ciudadanos.
Con lo sencillo que es vivir en paz, no entiendo porque hay gente que tenía que estar encerrada porque no está bien de la cabeza, y hay otros que están bien y les quieren tomar por locos.
Un saludo.

Petronio dijo...

Me aprovecho la ocasión para mostrar mi admiración por la calidad y cantidad de aportaciones de este parlamentario. Gracias.

En cuanto a ETA estoy harto y asqueado. Ha absorbido toda nuestra democracia y dominado desgraciadamente el día a día. Por eso oír hablar de comunicados y "treguas" me puede. ¿Como pueden resarcirnos del mal hecho? ¿Pueden restaurar la vida y las heridas físicas y morales de las víctimas? ¿Con no matar se arregla todo? ¿Ya podemos hablar de tu a tu y aquí no ha pasado nada?

Me intriga que no se dé importancia a las extorsiones a ciudadanos vascos y españoles, fuente de financiación y motivo de preocupación y desasosiego, y no se considere preocupante y motivo de negación a contactos con la banda terrorista. Quizás alguien podría explicarmelo.

Enhorabuena, Gorka valiente.