La semana pasada tuvimos un debate interesante: el retraso de 65 a 67 años de la edad de jubilación, idea planteada fugazmente por el desnortado Gobierno Central de ZP. Nuestra posición puede resumirse en un par de líneas: contraria a la iniciativa, tanto por el fondo como por las formas empleadas, fuera del Pacto de Toledo, esa especie de oasis para el consenso en la dispersa y esquizofrénica política española. En fin, que no puede utilizarse la Seguridad Social para tratar de mejorar la situación económica, sino que debemos centrarnos en primer lugar en los grandes asuntos que nos lastran: paro, baja productividad, escasa competitividad, limitados recursos destinados a la I+D+i y mejora de la educación, capital humano. Y que toda propuesta de reforma de la Seguridad Social deberá plantearse de manera consensuada, con mucho bisturí y de manera justa.
Pero hubo algo especialmente llamativo y digno de recordar: la parlamentaria Aintzane Ezenarro, de Aralar, durante el debate, ante la postura socialista de no cuestionar las bondades de la caja única, les espetó: "su postura de defender al mismo tiempo la caja única de la Seguridad Social y el Concierto Económico es claramente contradictoria. Hagan como el señor Maneiro y sean coherentes".
Vayan ustedes a saber. Igual les estamos convenciendo. Al menos hay quien ya comienza a entender perfectamente nuestra posición política: mismos derechos para los individuos de un mismo Estado, al objeto de garantizar la igualdad ciudadana, sin excepcionalidades de ningún tipo.
1 comentario:
La sinceridad la coherencia y la buena intención la percibimos incluso en nuestro rivales políticos. Eso enriquece la Democracia y el debate político y de éso se trata, de convencer con buenos argumentos.
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