viernes, 19 de febrero de 2010

EL ESCUDO.

La proposición de modificación del actual escudo de la Comunidad Autónoma Vasca no ha sido en absoluto una iniciativa ridícula, anacrónica, obsesiva o extravagante, como casi todos dijeron ayer, en sede parlamentaria. La proposición trataba de adecuar el actual escudo a la realidad institucional y constitucional vasca. Lo extravagante es, por tanto, que no se modifique. Aunque en Euskadi, ciertamente, todo lo normal se vea como extraño, y aunque la Televisión Pública Vasca fomente sin disimulo el desprecio por las iniciativas razonables y razonadas. Lo ridículo (hablemos claro) es que el socialismo vasquista dé por bueno un escudo que incumple el espíritu de una sentencia del Tribunal Constitucional y que asuma dócilmente las pretensiones antidemocráticas del nacionalismo y su obsesión expansionista. Lo absurdo es mantener un cuarto cuartel vacío que refiere a Navarra. Ya lo dije, pero insisto: respetamos el proyecto político de cada cual y sus aspiraciones territoriales, incluidas la evanescencia socialista, pero el escudo de los vascos tiene que adecuarse a la realidad institucional actual, sin que en él existan pretensiones antidemocráticas que no sólo menosprecian la voluntad de los navarros, sino también la de los vascos. Pretender normalizar el escudo vasco no es un signo de política identitaria, sino todo lo contrario. Política identitaria es dejarlo como está. Mantener el estatu quo vigente basado en las ensoñaciones nacionalistas es ceder a sus políticas identitarias y aplicar políticas identitarias y, de paso, demostrar que los constitucionalistas vascos estamos abducidos (algunos más que otros, también es cierto), sin solución de continuidad, por un nacionalismo vasco durante tantos años obligatorio y calado hasta los tuétanos. Además, debemos recordar que la ley es igual para todos, y sigue sin cumplirse una sentencia del Tribunal Constitucional de hace 25 años... aunque esto sea en este país lo de menos.

A los buenistas que nos digan que carecen estas cuestiones de importancia (mientras enarbolan sus banderas en los balcones de sus sedes), debemos recordar que el símbolo político acumula toda la carga histórica de una Comunidad, todo un conjunto de significaciones que ejercen una función integradora y promueven una respuesta socioemocional, contribuyendo a la formación y al mantenimiento de la conciencia comunitaria y, en cuanto expresión externa de la peculiaridad de esa Comunidad, adquiere una cierta autonomía respecto de las significaciones simbolizadas, con las que es identificada; de aquí la protección dispensada a los símbolos políticos por los ordenamientos jurídicos. Al símbolo político corresponde, en fin, una función representativa e identificadora.

6 comentarios:

Sake dijo...

Si yo me adorno el brazo con una esvástica ¿tiene importancia? y si me adorno con la hoz y el martillo ¿tiene importancia?, somos animales simbólicos es una de nuestras características y los símbolos que adoptemos hablan por si solos. Si en una democracia un símblo está hablanco de expansión territorial o de cualquier otra caracteristica habrá que preguntarse ¿es democrático? sencillamente para saber donde estamos ¡nada más!.

Buenos dias con Poesía dijo...

Me lo he pasado pipa estos dos días en Euskadi y me ha encantado conocerte no sólo como político que estuviste inmenso sino principalmente como persona.

Dicho ello, me entretuve en escribir algunos calificativos e indirectas hacia tu persona por tu iniciativa y aunque quisieron quitarle importancia, con buenas maneras te dijeron en relación al escudo cosas como: extravagante, pintoresco, populista, oportunista, demagogo, radical, extremista (ésto fue cuando dijiste que no había que pedir perdón por no hablar euskera), anacrónico, que eras un recien llegado que intentas sacar cabeza, trabajos superfluos y caros (imprentas, marketing...), debate estéril en la linea de Trillo con perejil, que cambién también la bandera y el himno, y algo así como imperialista.

No está mal. Como bien decías el miercoles no somos oportunistas sino oportunos. Sigue así Gorka. España te lo agradece.

Buen fin de semana

JC dijo...

Que se puede esperar si después de todo seguimos teniendo como bandera vasca, la bandera del PNV.

A la hora de hacer el escudo debieron consultar las leyes de la heráldica y respetar los escudos históricos de las respectivas provincias.

Ya que se niegan a retirar el cuartel vacio (que se supone que como tal debería estar en blanco) deberías haber propuesto que pusieran una franja en medio, de doble ancho que las de los extremos, de color gualda.

Un saludo

Gorka Maneiro dijo...

El placer fue indudablemente nuestro. Más concretamente, mío. Un placer y gracias, Jose Luis. Gracias también a los demás, especialmente a los habituales visitantes de este ... ágora.

Kullman dijo...

Aunque no tenga nada que ver con el post en cuestion, que opinion te merece el comentario de tu lider nacional diciendo que gallego es un termino peyorativo?

Te lo pregunto a ti, mas que nada, porque por tu apellido tu padre o tu abuelo es/son posiblemente gallego(s).

gorka maneiro labayen dijo...

Kullman: Mi ascendencia gallega no presupone ninguna opinión distinta sobre la materia. Pienso de manera razonada: en este caso, que Rosa no ha pretendido ofender a nadie y que ha utilizado un término que ella entendía venía recogido en la Real Academia de la Lengua. Hay quien está aprovechando para azuzarla, pero es oportunismo político y tener muy pocos recursos argumentales.