domingo, 16 de agosto de 2009

¿QUÉ OBJECIÓN DE CONCIENCIA?

Después de los sonrojantes capítulos relacionados con la negativa a la implantación e impartición académica de la asignatura Educación para la Ciudadanía en determinadas autonomías gobernadas por el PP, me encuentro en pleno agosto con el último episodio objetor, venido en esta ocasión de Cataluña: resulta que la Generalitat catalana y el Colegio de Farmacéuticos acaban de acordar llevar la objeción de conciencia a las oficinas de farmacia. Y este acuerdo se ha producido después de que el Ministerio de Sanidad anunciara que las farmacias deberían dispensar sin receta médica la píldora postcoital y atenerse a una multa de 90.000 euros quien decidiera negarse. Finalmente y pese a la legislación vigente (se la saltan por la cara), los profesionales farmacéuticos que terminen objetando no tendrán más obligación que indicar a la ciudadana correspondiente la ubicación de la farmacia más cercana. Algo así como cuando un médico se niega a la práctica médica de un aborto ... en un país donde se encuentra garantizado, razón por la cual nos encontramos ante el sorprendente dato de que únicamente el 2,5% de los mismos se practican en los hospitales públicos. Es probable que seguirán episodios semejantes en los próximos meses, habida cuenta de las mentes nostálgicas y reaccionarias que merodean y nos asolan. Si finalmente se producen, se tratará de nuevas victorias reaccionarias sobre el respeto democrático a la voluntad ciudadana. Y esto que la Constitución Española únicamente regula la objeción de conciencia para asuntos militares, y no parece que sean precisamente de esta materia los asuntos de los que estoy hablando (auque vayan ustedes a saber las explicaciones de los objetores...). Mientras esto ocurre, el PNV, que es mucho más un movimiento de masas que un partido político al uso, afirma haber decidido que votará a favor de la ley del aborto que próximamente votaremos en el Congreso. Si nosotros no lo hacemos, deberemos explicar muy bien las razones y presentar un proyecto alternativo.

11 comentarios:

jota dijo...

"Y esto que la Constitución Española únicamente regula la objeción de conciencia para asuntos militares, y no parece que sean precisamente de esta materia los asuntos de los que estoy hablando"

Estoy de acuerdo con el fondo: ningún derecho garantizado por ley debe estar sujeto a claúsulas de objeción de conciencia que priven al ciudadano de ese mismo derecho. Dicho esto, permíteme la corrección. Revisemos la Constitución más allá del artículo 30 al que implícitamente te refieres:

Artículo 16.1: "Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la Ley". Bien, las personas de convicciones cristianas (entre los que no me encuento pero que desde luego unos serán reaccionarios y otros no, al igual que puede ocurrir con los aficionados al Sevilla, por poner un ejemplo) se acogen al desarrollo al que ese artículo "ambiguo" (para muchos) ha tenido posteriormente. Ejemplo, sentencia 15/1982 del Constitucional dice que la objeción de conciencia es «un derecho reconocido explícita e implícitamente en el ordenamiento constitucional español». Sentencias posteriores serían favorables a esa tesis incluso en Europa, caso de la fallida Constitución Europea. Las ha habido incluso polémicas, como otra del TC,la 154 de 2002, que reconocía a unos Testigos de Jehová su "derecho" a haber dejado morir a su hijo, un menor, al negarse a que se le practicase una transfusión de sangre. La sentencia se amparó en el 16.1 de la CE.

Resumiendo, por no enrollarme más, el problema es mucho más complejo que el de un impreciso enfrentamiento con la legalidad que libra una supuesta pandilla de reaccionarios. Quizá para evitar este tipo de conflictos con la interpretación de la norma se haga necesario introducir más cambios en la propia CE, excluyendo de forma explícita que, por ejemplo, un farmacéutica pueda negarse a vender la píldora o unos padres puedan dejar morir a un crío indefenso.

Saludos.

Alfonso Garrido dijo...

¿El propietario de una establecimiento no puede decidir qué vende en él? Viva la libertad. Todo esto pasa porque la apertura de farmacias todavía no es libre. El día que sí lo sea, el problema de la venta o no de anticonceptivos no existirá, porque habrá farmacias que venderán de todo. Aunque sea una píldora que puede ser anticonceptiva (si actúa antes de que haya fecundación) o abortiva (si actúa después de la fecundación, cuando el nuevo ADN ya está completo, impidiendo la anidación). Habrá quien cuestione el argumento que acabo de dar, pero piénsese cuando llegue al Congreso la ampliación del aborto cuál va a ser el criterio científico (repito, científico, no religioso) para decidir la frontera. ¿Qué base científica hay para proponer un número concreto de semanas y no otro? No es serio que cada vez que se habla de este asunto se anuncie un número distinto sin apoyarse en un dato empírico. La ley actual no da seguridad jurídica, pero los plazos sin justificación tampoco. Pensemos en ello sin sacar automáticamente la etiqueta de "reaccionarios". Hay vida más allá del enfrentamiento maniqueo progre-facha. Por eso, entre otras cosas, a UPyD también le ha llegado el cordón sanitario. Un saludo.

Alfonso Garrido dijo...

Por si no me expresado bien: a UPyD le ha llegado el cordón sanitario en muchos asuntos porque es la excepción que cuestiona los tópicos asentados de otros partidos.

JC dijo...

Cuestiones éticas aparte, lo primero es la salud. Se supone que esas pildoritas deben ser la bomba, vamos que son tan fuertes que para volver a tomarlas tienen que pasar varios meses.

Así que no sé yo si se le puede obligar a alguien a vender algo que sabe que podría tener efectos nocivos, sin ningún tipo de control.

Supongo que si luego pasa algo, tanto el farmaceutico como la cía. farmaceutica estarán exentos de demandas. Parece otra de las leyes socialistas hechas para beneficiar a compañias o lobis concretos.

Si se vendieran con receta médica, sí que deberían estar obligados a venderla.

Un saludo

Gaizka dijo...

Siento estar muy en desacuerdo, Gorka .... anda, sal, pregunta a los medicos y ginecologos porque no quieren realizar abortos ....

NINGUNO quiere hacerlos porque su vocacion es la VIDA y no la muerte .. pero sal, preguntales, son ellos en su casi totalidad los que no van a hacerlos ..

¿Son todos reaccionarios? Vaya, que casualidad ....

Toño V. dijo...

Si me permitís unirme a los comentarios, estoy a favor de que cada quien pueda vender lo que quiera en su negocio, o de que un médico no quiera realizar un aborto por convicción propia. Pero si existe un derecho, está claro que hay que garantizarlo.

Imaginemos que se da la remota casualidad de que una mujer sevillana que quiere abortar (dentro de los supuestos de la actual ley, o de la que venga), busca un médico que lo haga, y resulte que amparados en la objeción de conciencia, todos los médicos de España excepto uno de un pueblo de Cantabria se niegan a practicarle el aborto. ¿Esa mujer tendría que cruzar España aun estando en su derecho de abortar?

Por supuesto, es un ejemplo extremo, imaginario, y que no va a darse en la realidad. Pero lo que quiero decir es que si existe un derecho, nos guste o no, debe garantizarse. Y después ya debatiremos si estamos a favor o en contra de la existencia de ese derecho, que es un asunto aparte.

(Hacía mucho que no pasaba por aquí. Saludos a Gorka y a todos los que leeis esto)

gorka maneiro labayen dijo...

Gracias a todos por vuestras reflexiones. En cuanto a los reaccionarios que nombré, me refería al hecho concreto de un Estado democrático que permite lagunas o vacíos legales para una parte de la población. No es reaccionario el médico con determinadas creencias religiosas o la madre que decide no abortar a pesar de, por ejemplos, malformaciones graves del feto, sino que es reaccionario el Estado que permite la existencia de ciudadanos de primera y de segunda. Por ejemplo, los hospitales públicos deberán garantizar que determinadas operaciones se realicen si la ley lo permite, y las oficinas de farmacia deberán dispensar aquellos medicamentos que la ley garantiza. Porque, de otro modo, nos podríamos encontrar ante médicos que se nieguen a operar de amigdalitis o ante farmacéuticos que se niegan a dispensar orfidales. Pues no.

JC dijo...

Bueno, como por desgracia no todos los médicos tienen las misma ética ni han hecho el juramento hipocrático, creo que la solución al tema del aborto en centros públicos sería poner un cupo mínimo de plazas, igual que se hace para que haya un tanto por ciento de mujeres o discapacitados en otros sitios.

Por desgracia el aborto en España es un negocio, un gran negocio, al que por cierto se dedican el "consejo asesor" del Gobierno sobre el tema (otra ley polemica hecha para favorecer a una empresa o sector privado en concreto).

La verdad es que mientras no se obligue a las clínicas privadas a cumplir la actual ley, no hace falta ninguna reforma radical, porque el tercer supuesto, "daños psicológicos para la madre" es un auténtico coladero, que han convertido el aborto en otro metodo "anticonceptivo" y que hace que vengan mujeres de todo el mundo, porque en su país las leyes son mas restrictivas.

En el tema de los plazos o semanas, como no todos los embriones se desarrollan por igual, creo que hay una forma sencilla y económica de comprobar si el feto está vivo o no, basta con aplicar el sentido común, una regla de tres y un estetoscopio; Si mundialmente se considera que una persona ha muerto cuando cesa el latido de su corazón, debería considerse que está vivo cuando empieza a latir, y prohibir entonces el aborto a menos que corra peligro la vida de la madre.

Un saludo

gorka maneiro labayen dijo...

Pues yo apostaría por una verdadera ley de plazos, distinta a la que el Gobierno actual propone. Verdaderamente de plazos, al estilo de los niveles europeos. Me queda la duda de las mujeres de 16 y 17 años. Si no pueden decidir ellas libremente, nos podríamos encontrar ante la injusta situación de padres que obliguen a sus hijas a tener a sus hijos, incluso en el caso de violaciones o deformaciones físicas gravísimas. Por otro lado, con la ley actual, mujeres españolas se ven obligadas a irse a otros países europeos para abortar, en los casos de gravísimas malformaciones físicas sólo detectables después de la semana 22, cosa que puede ocurrir y desgraciadamente ocurre. Este caso, extraño pero posible y dramático para los que lo sufren, debería verse corregido en la nueva ley.

JC dijo...

El anterior comentario lo hice pensando en el aborto libre y los falsos "daños psicológicos". Me extraña que haya mujeres españolas que se tengan que ir al extranjero para abortar, aquí siempre hay alguna clínica privada dispuesta a todo, que igual por eso solo el 3% se hacen en centro públicos.

En el caso de violaciones, creo en el plazo del aborto libre, tienen tiempo suficiente, aunque debería ampliarse en caso de que se hubiera visto impedida de hacerlo contra su voluntad, (en caso de secuestro o coacción, por ejemplo.)

En caso de malformaciones, o enfermedades crónicas graves, pues me parece una salvajada condenar a toda una vida de sufrimiento al feto y de cuidados y gastos médicos a la familia. En este caso, debería darse un plazo, al menos para las menos grave), pero a contar desde el descubrimiento de la tara.

En el caso de las menores de edad, la verdad es que habría que revisar el tema de la minoría de edad: no es normal que se considere a un chaval que le falte un día para cumplir 18 como un crío inscosciente de que ha matado, violado o torturado, y en cambio lo suficientemente maduro como para emanciparse, abortar, conducir motos o trabajar.

Hay chicas y chicas, y una de 25 puede ser más inmadura que una de 15, tal vez habría que dejar que un psicologo decidiera si la menor es lo suficientemente madura como para tomar esa decisión y afrontar las consecuencias.

En todo caso, tanto los padres de la chica, como el chico, y los padres de éste si también es menor, deberían ser informados, que menos. Incluso darles un plazo para que hablen con la chica, lo mismo para que lo tenga como para que no, y que ella decida luego si es lo suficientemente madura para hacerlo.


Luego está el tema de los futuro padres o "fecundadores". ¿Es que no cuentan para nada? Si quieren tenerlo y la mujer no, no tienen nada que hacer, y si es al revés, tienen que pasar una manutención al chaval hasta los 30...

Por cierto Gorka, de a famosa ley solo sé los datos que ha publicado la prensa, ¿Sabes si se puede consultar el texto de la ley en algún sitio?

Un saludo

nikon dijo...

Muy acertados los comentarios de JC. No entiendo por qué una ley de plazos es mejor que una de supuestos. Es más complicado defenderla, es difícil establecer razones de peso para poner el límite. ¿A qué llamamos ser humano? ¿Qué condiciones debe tener para que se le apliquen los derechos humanos correspondientes? ¿Es cuestión de tamaño? ¿De si tiene conciencia o capacidad de sentir dolor? ¿De si tiene edad para ir a votar? Sobre los pretendidos derechos de las mujeres sobre su cuerpo (yo soy mujer, que conste) me parecen muy bien, pero ¿cuándo se considera que el feto es otro cuerpo distinto al de la madre? Sobre los traumas psicológicos o económicos de las futuras madres, se solucionarían de otro modo en caso de bebés recién nacidos, a quien nadie mataría para mayor felicidad de sus progenitores. La cuestión es: ¿es el feto un ser humano? Y si se contesta que no, por favor, que alguien explique de una vez por todas por qué. Y no sólo cabe hablar de la situación actual del feto (de si tiene mente o no, por ejemplo). Si a un enfermo en coma (que no tiene conciencia y, algunos, ni sensibilidad al dolor), sólo por el hecho de que se pueda recuperar ya se le mantiene con vida, es decir, se tiene en cuenta su proyección futura, no sólo su estado actual, ¿por qué en el caso del feto no, cuando tiene incluso mayores probabilidades que dicho enfermo a tener una vida digna? Y una última pregunta, ¿por qué cuando se habla del tema del aborto se le asocia irremediablemente con la religión, como si el resto de mortales no pudieran tener sus propios criterios éticos? Si resulta que un médico considera que abortar es matar, me parece que su objeción es exactamente la misma que aquel que ejerce la objeción de conciencia hacia el servicio militar: sí a la vida y no a la muerte. La ley del aborto no es una ley cualquiera. Aliena derechos fundamentales y no está consensuada por un alto porcentaje de la sociedad española. No es sólo una cuestión de formalidades burocráticas. Y dejando de lado esta un poco larga disertación, mi felicitación por tu loable trabajo, Gorka.