Lo explica Manuel Hernández perfectamente y un servidor lo subraya con su habitual tono directísimo: uno, el funcionamiento democrático del partido durante sus dos años está más que demostrado (sólo los que malmetieron han sido expedientados); dos, los cauces para que todos los afiliados participen en la gestión política del mismo son tan anchos como la Amazonía (vía programa político y enmiendas varias, además de la participación directa en los correspondientes Comités y Coordinadoras); y, tres, las posibilidades que el Congreso otorga a la discusión, planteamiento de ideas nuevas y democracia participativa son todas las que no terminan laminando el Manifiesto Fundacional. Por mucho que la prensa y los medios otorguen voz a quienes no consiguieron hacer carrera, por mucho que en la blogosfera y sus plazas aniden tramas para boicotearnos, por mucho que mentirijillas bastante mal argumentadas hagan el juego al bipartidismo y sus "medios", los afiliados upeydianos, es decir, los herejes imprescindibles que resistimos a la derecha conservadora y a la izquierda sectaria, sabemos a ciencia cierta que ésta es la vía correcta para modificar, mejorándola, la sociedad en la que vivimos.
Sólo los muy contrarios a nuestro proyecto o los muy fieles al proyecto conservador que todavía maneja la vida política española puede no ver, si abren los ojos, al menos cuatro características que evidencian que nuestro Congreso será algo nuevo: el Consejo de Dirección será elegido por todos y cada uno de los afiliados, de entre los equipos directivos que libremente se postulen; cualquier afiliado podrá optar a ser miembro del Consejo Político, órgano deliberativo del partido que será elegido por listas abiertas, sin cuotas territoriales que digan este río es sólo mío y me lo bebo cuando quiero; cualquier afiliado puede ser candidato al Congreso, al Consejo Político y presentar equipo directivo que opte a nada menos que la dirección del partido; y, para terminar, cualquiera de los afiliados podrá presentar cuantas enmiendas considere a las ponencias aprobadas para que sea votada en la segunda jornada del Congreso (yo tengo unas cuantas preparadas, sin ir más lejos).
11 comentarios:
He leído el artículo de Manuel Hernández, y aparte de echarme unas risas, lo recomiendo porque consigue desmontar las intrigas de cuatro individuos resabiados (y de los medios que les dan coba, claro).
En todas partes cuecen habas y en todas partes crecen como setas los que consideran que no han sido valorados en lo que valen. Claro lo que valen es Muchisssssimo y si no, pues son enemigos. Que le vamos a hacer. Nosotros somos humildes y consideramos que valemos lo justo, pero trabajaremos en nuestra pequeña parcela como mejor sepamos.
"el funcionamiento democrático del partido durante sus dos años está más que demostrado (sólo los que malmetieron han sido expedientados); dos, los cauces para que todos los afiliados participen en la gestión política del mismo son tan anchos como la Amazonía."
Lo malo de estas afirmaciones tan absolutas es que casa muy mal con la realidad Gorka. Mas bien no casa nada.
Y por otra parte me pregunto, ¿si se descalifica a la gente porque "querían cargos y no los han obtenido", como dices, ¿no habría que descalificar con más motivo a los que si han conseguido cargos?
Bitnick:
Falso de toda falsedad, para variar. Yo no he criticado a quien quería o quiere cargos. Es absolutamente legítimo. En mi caso, me vino sin esperarlo y ahora soy feliz porque observo que el proyecto se mantiene impoluto y sirvo al proyecto y a la sociedad. Lo que yo he criticado es a unas pocas personas (realmente creo que son muy pocas): aquellas a las que el proyecto les ha importado muy poco y, al no lograr el cargo al que aspiraban, pululan por la red para insultar al partido y tratar de hundirlo. A todas los demás, absoluto respeto.
Ah! los lapsus. Son esos pequeños detalles los que nos delatan. La derecha no es mala por ser conservadora (ser conservador siempre será algo bueno), sino por ser reaccionaria, que es algo muy distinto. Y la izquierda es mala por lo mismo. Si el centro de acusación es el sectarismo, es que uno se siente expulsado de la casa común. Por lo demás, somos legión los que no quisimos ni queremos cargos, participamos con entusiasmo, y ahora, desde el 1 de Marzo vemos clarísimo que UPyD no era sino una finca privada.
El nivel de debate empieza a dar lástima y Manuel Hernández, al que tanto admiré, se ha convertido en látigo de herejes. La diferencia con Savater, es que éste no dió un cheque en blanco al hablar de herejes imprescindibles y su apoyo fué 'por ahora...' ó aún no toca. Pero es que toca.
Rafa: seguís sin dar argumentos y amenudo los datos que manejáis son falsos (creo que por desconocimiento o malas compañías: te daré algún ejemplo en persona). Pero te responderé: no he tenido ningún lapsus, digo lo que pienso, como supongo harás tú cuando opinas. Y termino: sabes perfectamente bien que todas las puertas siguen abiertas desde el 1 de marzo. Eso sí: tras la puerta no hay alfombras rojas para depende quién, todos somos iguales.
1.- No entiendo el plural 'seguís'. 2.- Creo que doy argumentos, y estaré encantado de conocer los tuyos (hasta ahora sólo oigo afirmaciones sin mayor valor deliberativo: en UPyD hay una democracia amazónica y los que discrepan son unos malmetidos. 3.- ¿alfombra roja? No, hombre, no. Un humilde menú del día para poder discutir. Lo de huir de las malas compañías ya me lo decían de chico, es que no lo puedo evitar... Un saludo
Hombre Gorka, si encabezas tu post con la cita de Hernández "sólo los que malmetieron han sido expedientados" luego no me digas que tu no dices eso, que queda fatal.
Luego está que a la vista del torrente de expedientados o directamente expulsados, tanta gente que ha estado desde el principio aportando su tiempo y esfuerzo esa amazonia que dices se queda en afluente de regato. El "detalle" de cerrar a los comentarios los blogs de basta ya, el de Rosa, el de Carlos, que eran punto de encuentro de críticos y cauce de expresión que no hay por otra parte, rubricó el cambio de situación que se estaba dando. Impresentable el eliminar comentarios, para a continuación emplear esas web del partido para atacar inmisericordemente a, en palabras de Calos M.G. "ratas, escoria de la sociedad , cibertorrentes, ciberbasura y cibertarados"... es realmente deplorable.
http://www.bastaya.org/www2/habitual.php
Y si quieres hablamos de la democracia interna del partido, inexistente.
Un cordial saludo
Falso: no he dicho que los que discrepan son unos malmetidos, sino que los expedientados lo han sido por malmeter. Hay muchísima gente discrepante pero leal, trabajadora, que trabaja conmigo codo con codo y de la que aprendo mucho. Lo normal, de hecho, es discrepar en unas cosas o en otras. Lo raro es discrepar en todo y hacerlo público, sin mojarse, para dañar al partido y finiquitar el proyecto.
Guía de los "críticos" de UPyD:
Punto Uno: "no hay democracia interna relevante hasta que yo obtenga un cargo".
Punto Dos: "las diferencias que tenga con la dirección son todas radicales y evidencian la deslealtad de la misma".
Punto Tres: "la regeneración democrática es que el partido debe carecer de dirección hasta que lo dirija yo".
Punto Cuatro: "UPyD es un partido nacionalista español y ultracentralista".
Punto Cinco: "es un principio de UPyD todo aquello que a mí se me ocurra".
Punto Seis: "en UPyD se hace lo que diga yo porque al haber estado en ya cuatro partidos y no haber conseguido cargo en ninguno ya me lo voy mereciendo".
Punto Siete: "Rosa Díez es blanda con los nacionalistas".
Punto Ocho: "tengo derecho a insultar porque me ampara la libertad de expresión".
Punto Nueve: "ojalá UPyD fuese decente como el PP".
Punto Diez: "¿qué es eso de progresismo?".
Etc, etc...
Señor Don Isidoro: creo sinceramente que eres un crack. Un placer. Un abrazo. Gorka.
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